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Dolor de cabeza: cuando lo cotidiano merece más atención

El farmacéutico Alejandro Calgaro explicó las diferencias entre cefalea tensional y migraña, sus causas y cómo tratarlas sin caer en la automedicación.

En el micro semanal del Colegio de Farmacéuticos, emitido por el programa Cámara Abierta de Sur Multimedios, el farmacéutico Alejandro Calgaro explicó las diferencias entre la cefalea tensional y la migraña, sus causas más frecuentes y las recomendaciones para un tratamiento adecuado sin recurrir a la automedicación.

Aunque para muchos el dolor de cabeza es algo habitual, no siempre se trata de una molestia simple. Tal como señaló Calgaro, existen distintos tipos y niveles de dolor, con causas y manifestaciones diversas. Los dos más frecuentes son la cefalea tensional, que representa alrededor del 80% de los casos, y la migraña, que abarca el 20% restante.

La cefalea tensional suele manifestarse como una presión en ambos lados de la cabeza, a veces acompañada de dolor en la frente o la nuca. Está vinculada al estrés, la tensión emocional o la contractura muscular, especialmente en la zona del cuello y los hombros.

Por el contrario, la migraña se presenta de manera unilateral, con dolores de intensidad moderada a severa, y puede acompañarse de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz, los sonidos o el movimiento.

 

Causas, desencadenantes y hábitos

Si bien la cefalea tensional se relaciona directamente con la tensión corporal, la migraña responde a múltiples factores que varían según la persona. Entre los más comunes se encuentran: Predisposición genética. Cambios hormonales (particularmente en mujeres). Deshidratación o ayunos prolongados. Consumo de ciertos alimentos como embutidos, vino tinto, chocolate y quesos curados, que favorecen la vasodilatación. Cambios bruscos de temperatura o presión atmosférica.

Además, algunas personas con migraña experimentan un síntoma previo llamado aura, una alteración visual o sensorial que anticipa el episodio.

 

Medicamentos y cuándo consultar

Ante un dolor de cabeza ocasional, suele recurrirse a analgésicos como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno. Sin embargo, Calgaro enfatizó que la automedicación tiene límites. Algunos fármacos más específicos, como los que contienen ergotamina, pueden generar efectos adversos si se usan en exceso, provocando cefaleas por rebote o problemas circulatorios. También están contraindicados en personas hipertensas, con enfermedades cardíacas o embarazadas.

“Si una persona presenta episodios frecuentes, por ejemplo, cuatro migrañas al mes, es importante consultar al médico para realizar estudios y definir el tratamiento adecuado”, subrayó el profesional.

En casos crónicos, existen tratamientos preventivos que pueden incluir betabloqueantes, antidepresivos o anticonvulsivantes, según criterio médico.

 

La importancia de los hábitos

Para prevenir episodios recurrentes, Calgaro recomendó: Mantener horarios regulares de descanso. Buena hidratación. Alimentación equilibrada y evitar ayunos prolongados. Practicar técnicas de relajación y ejercicio físico. Registrar los episodios para identificar posibles desencadenantes.

En conclusión, el dolor de cabeza puede ser mucho más que una molestia pasajera. Conocer los síntomas, evitar la automedicación excesiva y consultar a profesionales cuando los episodios se repiten son pasos clave para mejorar la calidad de vida.


 

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