
La importancia de las vacunas: una responsabilidad colectiva para cuidar la salud comunitaria
En el micro semanal del Colegio de Farmacéuticos, Alba Sosa advirtió sobre la baja en la vacunación, el regreso de enfermedades prevenibles y la inmunización como compromiso social.
Como cada semana, el micro del Colegio de Farmacéuticos de Villa Constitución volvió a poner en agenda un tema clave para la salud pública. En esta oportunidad, la farmacéutica Alba Sosa se refirió a la importancia de la vacunación en un contexto preocupante, marcado por el avance de discursos antivacunas y el resurgimiento de enfermedades que estaban controladas.
Sosa explicó que la disminución en los porcentajes de vacunación ya está teniendo consecuencias concretas: se registraron rebrotes de patologías como el sarampión y la tos convulsa (coqueluche), y se confirmó la muerte de siete niños por esta última enfermedad al no haber sido vacunados.
Por qué vacunarse: inmunidad individual y colectiva
La profesional señaló que las vacunas permiten generar defensas y anticuerpos frente a infecciones virales o bacterianas, brindando protección individual. Sin embargo, remarcó que su verdadero impacto se da a nivel comunitario a través de la llamada “inmunidad de rebaño”.
Cuando una gran parte de la población está vacunada, disminuye la circulación de virus y bacterias, lo que protege también a quienes no pueden vacunarse por alergias, patologías de base o por su edad. “Hoy estamos perdiendo esa protección colectiva porque hay menos personas vacunadas”, advirtió.
Enfermedades que vuelven a aparecer
Sosa explicó que enfermedades como el sarampión, que no estaban erradicadas pero sí controladas, volvieron a registrarse debido a la baja cobertura. En el caso del coqueluche, la situación es aún más grave en bebés y niños pequeños.
Además, recordó que la inmunidad también puede transmitirse de la madre al hijo cuando la mujer se vacuna durante el embarazo, a partir de la semana 20 de gestación.
El impacto de los movimientos antivacunas
Consultada sobre el crecimiento de las posturas antivacunas, la farmacéutica consideró que se profundizaron tras la pandemia de COVID-19. “Se instalaron discursos sobre supuestos efectos adversos, cuando en realidad los beneficios superaron ampliamente los riesgos”, afirmó.
Si bien reconoció que toda vacuna, como cualquier medicamento, puede generar efectos secundarios, aclaró que en la gran mayoría de los casos se trata de molestias leves y temporales, mientras que los efectos graves son estadísticamente mínimos.
Vacunas disponibles y recomendaciones
Sosa explicó que la mayoría de las vacunas pueden adquirirse en farmacias, aunque algunas no están incluidas en el sistema público. Un ejemplo es la vacuna contra la fiebre amarilla, hoy obligatoria para quienes viajan a zonas endémicas, que debe comprarse de forma particular y se registra en el sistema provincial de salud.
También destacó la importancia de la vacuna antigripal, recomendada a partir de marzo, especialmente ante el adelanto de cepas en Europa, y se refirió a la vacuna contra el dengue, que requiere dos dosis y no es gratuita, salvo para grupos específicos.
Iniciativas para fomentar la vacunación
La farmacéutica valoró la campaña provincial “TeamVax”, que comenzará el próximo ciclo escolar, impulsada junto a los ministerios de Salud y Educación. La propuesta busca incentivar la vacunación infantil mediante álbumes y figuritas como estrategia educativa frente a la desinformación.
Vacunarse es un compromiso social
Para cerrar, Alba Sosa fue contundente: “Vacunarse no es solo un acto individual, es una responsabilidad colectiva. Vivimos en comunidad y cuidarnos entre todos es fundamental para evitar enfermedades y salvar vidas”.
En ese sentido, el micro del Colegio de Farmacéuticos reafirma su rol de informar y concientizar sobre decisiones que impactan en toda la sociedad.