Este jueves se desarrolló un paro de 24 horas de trabajadores municipales en numerosas comunas y municipios del sur de Santa Fe, en el marco de un conflicto salarial sin resolución. La medida fue confirmada por el secretario general del Sindicato Independiente de Empleados Municipales (SIEM), Raúl Rivas, quien atribuyó la protesta a la falta de respuestas concretas por parte de los ejecutivos locales.

“El paro no era lo que queríamos, pero no tuvimos alternativa”, sostuvo el dirigente gremial, al explicar que durante octubre y noviembre no se otorgó ningún incremento salarial, pese a la inflación acumulada en ese período.

Reclamo basado en la inflación

Rivas precisó que el pedido del sindicato es un aumento del 6% a partir del 1° de diciembre, en línea con los índices inflacionarios ya registrados: 2,7% en octubre y 2,5% en noviembre. “Estamos pidiendo que, como mínimo, se reconozca lo que la inflación ya se llevó del salario”, remarcó.

En ese sentido, cuestionó la falta de una mesa paritaria formal y señaló que la única propuesta informal conocida fue del 2,7%, cifra que consideró insuficiente y desactualizada.

Comunas que acordaron y comunas en conflicto

El secretario general del SIEM aclaró que no todas las localidades se encuentran de paro. Alcorta, Máximo Paz, Pavón Arriba, La Vanguardia, General Lagos y Santa Teresa no adhieren a la medida, ya que otorgaron el aumento reclamado. “Desde Pueblo Esther hasta Juncal está todo parado, salvo esas comunas que cumplieron”, afirmó.

Nuevas fechas de paro

De no haber una propuesta salarial que se acerque a lo solicitado, el sindicato ya confirmó dos nuevas jornadas de paro de 24 horas: el 26 de diciembre y el 2 de enero. No obstante, Rivas aseguró que el gremio mantiene el diálogo abierto de manera permanente. “Si aparece una propuesta razonable, el conflicto se puede destrabar”, indicó.

El planteo sindical incluye además el pago de un 5% no remunerativo retroactivo, a modo de bono antes de las fiestas, y la aplicación del aumento con impacto en el aguinaldo.

Retención de tareas y advertencia

Finalmente, Rivas aclaró que la medida adoptada es una retención de tareas por incumplimiento patronal, debidamente notificada al Ministerio, y no un paro ilegal. “Si el empleador no cumple, el trabajador no está obligado a cumplir. Por eso no corresponde ningún descuento”, enfatizó.

“El año va a cerrar con más del 30% de inflación. Dar este aumento no es un capricho, es una obligación”, concluyó.