
Edyfan inicia una nueva etapa: la tradicional cadena pasa a manos de la rosarina DAR
Fany Míguez, titular de Edyfan, confirmó la transición hacia Cadena DAR. La decisión busca garantizar la continuidad de los puestos de trabajo y preservar el legado familiar de casi 6 décadas.
El nombre Edyfan es sinónimo de trabajo, cercanía y compromiso en Villa Constitución. Fundada hace 57 años por los padres de Fany Míguez, la empresa creció desde un pequeño mayorista de quesos y fiambres hasta convertirse en una cadena de supermercados con varias sucursales y más de 60 empleados.
“Mis papás empezaron desde abajo, con mucho sacrificio —recordó Fany—. Mi mamá trabajaba en la fábrica y mi papá en el ferrocarril. Decidieron animarse a algo propio y comenzaron con un mayorista. Con el tiempo, transformaron ese esfuerzo en Edyfan”.
La familia Míguez vivió su vida dentro del negocio. “Nosotras crecimos ahí —contó—. Fue parte de nuestra infancia, de nuestra historia. Mi papá siempre fue muy trabajador y mi mamá su gran compañera. En esa época valía mucho la palabra y todo se hacía con esfuerzo”.
Del mayorista al supermercado del barrio
La expansión llegó con la apertura del primer local minorista en calle 14 de Febrero 945, que se transformó en la casa central. Años después, Fany decidió dejar Rosario, donde estudiaba Marketing, para sumarse de lleno a la empresa junto a su padre.
“Fue una decisión importante —recordó—. Mi papá me pidió que me sumara, que lo ayudara a crecer. Entre los dos impulsamos la apertura de sucursales. A veces no fue fácil trabajar en familia, pero siempre lo hicimos con amor y compromiso por la ciudad”.
Durante las últimas tres décadas, Fany fue el alma de la empresa. “Llegamos a tener 65 empleados. Siempre tratamos de hacerlo lo mejor posible para nuestros clientes y para Villa Constitución”, señaló.
Una decisión atravesada por las emociones
La venta de Edyfan no fue un paso sencillo. “Hace ocho meses que vengo atravesando este proceso —explicó Fany—. Me costó muchísimo porque la empresa es parte de mi vida. Pero también entendí que era momento de tomar una decisión pensada, desde el corazón y con responsabilidad”.
La falta de sucesores fue uno de los factores determinantes. “Mi hija eligió el arte, y me encanta que así sea. Mi hermana es farmacéutica y mi sobrino todavía es chico. Me di cuenta de que si me pasaba algo, no había una estructura para continuar la empresa”, reconoció.
Tras la muerte de su padre, hace casi tres años, Fany quedó al frente del negocio y sintió el peso de llevar sola la conducción. “Ya no tenía la energía necesaria. Fueron muchos años de lucha, de crisis y de momentos buenos también. Pero llegó un punto en el que necesitaba pensar en mi vida, no sólo en la empresa”.
La prioridad: cuidar a su gente
Lo que más preocupaba a Fany era el futuro de los empleados. “Esa fue mi condición principal: que Cadena DAR tomara a todos los trabajadores con su antigüedad, vacaciones y derechos respetados. Teníamos empleados con 25 o 30 años en la empresa. Y lo logramos”, contó emocionada.
A pesar de haber recibido unas quince propuestas de compra, sólo aceptó negociar con la rosarina Cadena DAR, propiedad de la familia Rosenthal. “Los conozco, son gente de bien. Es una empresa sólida, seria, familiar, y eso me dio confianza. Si mi papá viviera, estoy segura de que también hubiera elegido negociar con ellos”, expresó.
Una transición cuidada y esperanzadora
La transición se concretará en los próximos días. Cadena DAR tomará las sucursales de Av. Acevedo al 300 y barrio Jardín (14 de Febrero 1615), y la Casa Central (14 de Febrero 945). Las sucursales de barrio Sagrado Corazón y calle Rivadavia en el Centro cerrarán momentáneamente, aunque ya hay interesados en reabrir los locales bajo nuevos proyectos comerciales.
“Alquilamos los locales porque son de nuestra propiedad. Yo voy a seguir acompañando el proceso durante algunos meses para asegurar que todo funcione bien”, detalló.
Fany destacó que la empresa está sana y que la venta no responde a problemas financieros: “Edyfan siempre fue sólida. Pero mantenerla requería una renovación que yo ya no tenía fuerzas para encarar. Esta decisión busca preservar el trabajo y la continuidad del proyecto”.
Nuevos caminos, la misma pasión
Aunque deja el supermercadismo, Fany no planea alejarse del mundo laboral. “Voy a seguir trabajando, pero en otras cosas. Tengo mi marca de bikinis, Mimi Bikinis, que quiero desarrollar, y me gustaría retomar el asesoramiento a empresas familiares, especialmente en marketing y gestión comercial”, contó.
La empresaria asegura que tomó la decisión con valentía: “Fue un acto de coraje. No fue fácil soltar algo que es parte de uno, pero también hay que saber cerrar etapas. Me quedo con la tranquilidad de haber defendido a mi gente y el legado de mi familia”.
Un mensaje de gratitud
Antes de despedirse, Fany quiso agradecer a quienes acompañaron a Edyfan durante tantos años: “A los clientes, a los proveedores y, sobre todo, a los empleados. Sin ellos no habría sido posible. Gracias por haber estado en cada paso. Espero que sigan apoyando esta nueva etapa, ahora bajo el nombre de Cadena DAR, que llega con toda la fuerza y el compromiso de seguir creciendo en nuestra ciudad”.
Edyfan cambia de manos, pero no de espíritu. La historia que comenzó con un sueño familiar continúa, renovada, en manos de otra familia empresaria. Y, como dice Fany, “cuando las decisiones se toman con amor y respeto, nada se pierde: sólo se transforma”.
 
  
  
                     
                     
                    