El hecho se registró el domingo 7 de diciembre, alrededor de las 14.20, en una vivienda ubicada en Luzuriaga 1600, donde efectivos del Comando Radioeléctrico acudieron tras un llamado al 911 que alertaba sobre disturbios y amenazas entre vecinos.

Al llegar al lugar, los uniformados constataron la presencia de dos mujeres y un joven que protagonizaban un altercado verbal en la vía pública.

Según el informe policial, el denunciante —Ángel H., de 18 años, domiciliado en la misma dirección— manifestó que las dos mujeres habían ido hasta su casa para agredirlo y amenazarlo.

Los efectivos identificaron a las involucradas como Ángela R., de 38 años, y una menor, de 14, quienes habrían hecho caso omiso a las advertencias policiales de retirarse del lugar, continuando con las amenazas.

Secuestro de armas blancas

Durante el procedimiento, los agentes secuestraron una cuchilla de mango blanco de 15 centímetros de hoja y un cuchillo Tramontina con mango celeste de 10 centímetros, ambos presuntamente utilizados en las amenazas.

Por orden del fiscal de turno, Ramiro Martínez, se dispuso la aprehensión de la mujer de 38 años y la intervención del área de Niñez y Adolescencia por la participación de la menor.

Antecedentes del conflicto

Horas antes del episodio, la propia Ángela R. había publicado en redes sociales una acusación pública contra Ángel H., a quien señalaba por el presunto robo de un televisor Noblex de 32 pulgadas, tres teléfonos celulares, una planchita y un secador de pelo.

Posteriormente, y ya tras ser detenida, la mujer volvió a utilizar sus redes sociales para referirse al hecho con mensajes agresivos y autoincriminantes, en los que admitió haber amenazado al joven y relató detalles de la confrontación. En esa publicación acusaba a Ángel H., de haber agredido a uno de sus hijos, además del robo de los elementos antes mencionados.

Intervención judicial y continuidad de la causa

La causa quedó en manos de la Fiscalía a cargo del Dr. Ramiro Martínez, quien ordenó la realización de pericias sobre los elementos secuestrados y la toma de declaraciones a los testigos del hecho.

Por el momento, la mujer enfrenta una causa por amenazas calificadas, mientras que la menor fue entregada a sus familiares tras la intervención del organismo correspondiente.