
Alerta tóxica en barrio Domingo Troilo
Una empresa local derramó en un campo lindante al barrio desechos químicos contenidos en “tambores que vienen de industrias relacionadas a la fabricación de pinturas”, informaron los Bomberos.
En la tarde del jueves, vecinos del barrio Domingo Troilo alertaron sobre un fuerte olor que causaba irritación en las vías respiratorias, proveniente de un depósito de tambores metálicos abandonados en un descampado cercano a las escuelas de la zona, afectando especialmente a la secundaria Tomás Guido. El jefe del cuerpo activo de los Bomberos Voluntarios, comandante mayor Gerardo Perazzo, informó que una dotación se trasladó al lugar, donde identificaron que los tambores contenían productos inflamables y tóxicos, vinculados a la industria de pinturas.
"Procedimos a identificar los tambores y, en colaboración con la Policía, Medio Ambiente municipal y Protección Civil, los cubrimos para evitar mayores riesgos", explicó Perazzo. Al día siguiente, la empresa responsable retiró los tambores y realizó un raspaje del terreno contaminado, acopiando la tierra afectada para su disposición final adecuada, garantizando la seguridad de la comunidad.
“Identificamos medianamente algunos de los tambores y nos daban que eran productos inflamables y tóxicos. A simple vista no presentaban deformación porque los tambores estaban todos en posición invertida y en algunos se podía ver que estaban escurriendo el producto que han contenido. Nos entrevistamos con un encargado de la empresa Salafia y nos dijo que son tambores que vienen de industrias relacionadas a la fabricación de pinturas”, resumió el jefe bomberil.
Retiro de los tambores
El representante de la empresa le aseguró a los Bomberos que al día siguiente esos tambores iban a ser retirados. “Así que procedimos a taparlos, los identificamos y los tapamos”, indicó Perazzo. El viernes fueron retirados por los responsables y “el día sábado la empresa generó sobre el terreno donde se encontraban los tambores un pequeño raspaje con una pala mecánica, acopió la tierra que estaba contaminada, la puso en una especie de envoltorio de nylon para ser tratada y destinada como corresponde con su correspondiente certificado de disposición final del producto contaminado”, detalló.
Debido a la cercanía de las escuelas y la dirección del viento, por recomendación de los Bomberos Voluntarios se decidió suspender las clases hasta que el ambiente fuera seguro para los estudiantes.