Rotary Club Villa Constitución realizó el pasado miércoles por la noche un homenaje al Pbro. Claudio Pablo Castricone, cura párroco de la localidad de Godoy. El encuentro tuvo lugar en la sede ubicada en Lisandro de la Torre 752 y se dio en el marco de la reunión semanal del Club. Allí se hizo entrega del reconocimiento “Premio Servicio a través de la Ocupación” (Distrito 4949, Rotary Internacional, Gob. Gustavo Enz); patentizado a través de su dedicación, mérito, trayectoria y solidaridad de trascendencia nacional.
Cabe destacar que este premio al servicio se entrega a aquellas personas que hayan sobresalido por los aportes, que en razón de sus ocupaciones, han efectuado en distintos rubros como ser: atención y servicios que tengan que ver con la búsqueda de solución a la pobreza, abandono de menores y ancianos. Educación primaria y secundaria en sectores vulnerables. Protección y cuidado del medio ambiente. Salud materno infantil. Tratamiento y prevención de enfermedades.
Rotary Club Villa Constitución presentó como candidato al padre Claudio Castricone en el rubro “Atención y/o servicios que tengan que ver con la búsqueda de solución a la pobreza -desnutrición-, abandono de menores y/o ancianos”.
Los motivos esenciales por los cuales se fundamenta el merecimiento de dicho reconocimiento son en relación al lema de Rotary local “Dar de sí, antes de pensar en sí”.
El encuentro contó con la presencia de amigos, familiares y referentes de diferentes instituciones que se dieron cita para este importante acontecimiento. Asimismo participaron autoridades provinciales de la institución organizadora.
Castricone
Claudio Pablo Castricone nació el 16 de abril de 1958 en nuestra ciudad, y fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1984 en Rosario.
Su primer destino pastoral fue en el barrio Las Flores (Rosario), donde estuvo 8 años (1985-1992). Cuando en 1989 se produjeron los saqueos, la Parroquia Nuestra Señora de Itatí fue el centro de asistencia del barrio. Como respuesta a esa crisis se creó un comedor de ancianos que aún funciona.
Entre 1996 y 2004, fue el cura párroco del barrio Puente Gallego, también en Rosario. En ese tiempo sobresalieron dos hechos. Por un lado, a 800 metros se enterraba la basura de toda la ciudad, unas 900 toneladas diarias. Comenzó junto a los vecinos la pelea para que el relleno sanitario no funcionara más allí, algo que consiguió después de una larga lucha.
Además, en ese periodo se produjo la crisis del 2001, donde la Parroquia San Vicente de Paul trató de estar a la altura de ese difícil momento. El Estado nacional ofreció un subsidio mensual para las personas desocupadas, pero debían realizar una contraprestación laborar en alguna institución. Fue así que la Parroquia elaboró aproximadamente 30 proyectos donde pudieron realizar su contraprestación unas 1.500 personas. Dentro de esos proyectos se crearon dos comedores y cuatro Copas de Leche.
Mientras era cura párroco en San Vicente de Paul, Castricone fue también designado como primer Delegado Episcopal para la Pastoral Penitenciaria. Allí su labor, juntamente con todas las personas que prestan su servicio en esta pastoral, fue la de no sólo anunciar el Evangelio a los privados de su libertad, sino también defender sus derechos humanos, trabajando con la Coordinadora de Trabajos Carcelarios.
En el año 2005, se estableció en San Francisco del Laishí (Formosa), donde estuvo cinco años tratando de colaborar en la promoción humana del pueblo Qom, aunque ese trabajo no tuvo los frutos que esperaba ya que debió hacerse cargo de la parroquia de la ciudad lo que le quitó mucho tiempo a su objetivo.
En 2010 regresó a la Arquidiócesis de Rosario, pero en cada enero sigue yendo a Formosa con la Comunidad Misionera Virgen de Guadalupe.
Para el año en curso junto con el Arzobispo de Rosario y otros sacerdotes, piensa en elaborar un proyecto de Pastoral Villera para la ciudad de Rosario.
