Es una presencia más del fútbol de nuestra zona en el máximo nivel argentino. Leo Vangioni, Christian Díaz, Alfredo Berti y ahora Leandro Garate, nueve de área de 20 años, oriundo de Empalme que en agosto quedó libre en River a pesar de que venía de ser el goleador del 2012 y campeón con la 4ª división millonaria.
Así arribó al plantel de Victoria con el pase en su poder, agradecido con esta nueva oportunidad y esperanzado de que iba a tener su revancha.
Llegó el lunes, después de un semestre de arduo trabajo en los entrenamientos para ganarse la confianza de su entrenador.
Primera vez que integró el banco de suplentes, tal vez el mismo Garate haya sido sorprendido con la primera señal del PF que indicaba que comenzará los movimientos precompetitivos, y posteriormente con la del entrenador que lo llamaba al borde de la cancha.
Y finalmente pasó. Garate cruzó esa línea blanca por primera vez en 1ª división de un torneo de AFA, y el sueño se cumplió.
Tuvo poco tiempo, 16 minutos para demostrar sus condiciones de juvenil para ser alternativa del primer plantel, y cumplió con las necesidades de un partido con muchas cosas en juego como el protagonismo de Tigre en los primeros puestos, y el liderazgo de Newell’s que finalmente perdió al caer por 2 a 1.
Leandro es hijo de Alejandro “El Mago” Garate, uno de los mejores jugadores de la historia de la Liga para muchos; sobrino de Rubén “El Laucha”, ex volante central de Unión de Santa Fe en los 90, Leo hace honor al apellido manteniendo una tradición y un estilo, el del buen pie.
La historia recién empieza. La presentación ya está hecha y las posibilidades, llenas de esperanza para este delantero que dejará todo para ir ganándose de a poco con el lugar que sueña.
Repercusiones
“No me alcanzan las palabras para agradecerle a todos por el apoyo y por escribirme lindas cosas! Muchas gracias a todos.”
Posteó Leo en su facebook después del partido. Horas de más emoción continuaron a las del partido ya que desde las redes recibió el apoyo de muchas personas cercanas, conocidos e hinchas.
Entre ellos, los de los vecinos de Empalme que vivieron con emoción el debut de un coterráneo como sucede cada vez que “alguien llega”, con ese sentimiento característico de las localidades chicas en las que todos se conocen. Sus amigos de Empalme y Villa estuvieron presentes, mensajes en face y de celular. Llamadas de los familiares… en fin, el apellido tiene recambio en el fútbol nacional.
