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Fútbol: Ilusiones renovadas en Riberas

El 2012 no fue un año más para Riberas del Paraná. Después de varias temporadas, el Ribereño volvió a disputar una semifinal y fue uno de los principales animadores del Clausura que quedó en manos de ASAC. Sin embargo, el ciclo como entrenador de Esteban Pérez se cerró y le dio paso a un hijo pródigo de la casa. Tras varios años lejos de la institución, Damián Scheggia volvió a “su casa” para ser el nuevo entrenador y comandar el destino del plantel de Primera División.
Acompañado por Leandro Quadrini, Paulo Codina y Gabriel Narazzo, el ex entrenador del Club Social y Deportivo San Lorenzo comenzó con los trabajos a principio de la semana pasada.
Para comenzar, el flamante entrenador debió depurar un plantel que, entre jugadores de Primera División y Sub – 20, rondaba los 75 futbolistas.
“Lo ideal sería trabajar con un plantel de no más de 25 jugadores por divisional, todavía nos queda un arduo trabajo”, comentó Scheggia.
En relación a los trabajos de pretemporada, Cuadrini y Codina son los principales encargados de dirigir los ejercicios físicos que deben realizar los jugadores.
“La primera semana de trabajo es prácticamente de adaptación, nos puso muy contentos ver que tuvimos una convocatoria importante el primer día de trabajo. Si bien hay jugadores de Primera, Sub – 20 y Cuarta División, todos están trabajando muy bien al nivel de exigencia de una Primera división.
Las primeras dos semanas de trabajo serán pura y exclusivamente de ejercicios físicos, pero siempre inculcando conceptos que se utilizarán en el momento de la competencia”, explicó Quadrini.
Pensando ya en la identidad futbolística que tendrá La Academia, Scheggia manifestó que el juego de Riberas cambiará en relación a lo que venía mostrando en el último tiempo ya que cada entrenador tiene su esquema, sus gustos y agregó: “Nosotros vamos a buscar volver a las raíces de lo que siempre fue Riberas, un equipo que genere fútbol, que presione en todo sector de la cancha y que busque ser protagonista en todos los estadios. Queremos que el jugador que vista la camiseta primero quiera jugar en el club y deje lo económico de lado, que sienta los colores del club más grande de la ciudad”.

El plantel
En otra ocasión (mientras los jugadores comenzaban a llegar para darle inicio a una nueva jornada de entrenamiento), Leo Quadrini aseguró que Riberas del Paraná cuenta con un gran nivel de jugadores y detalló que las bajas que sufrieron las pudieron reemplazar con algunos refuerzos y, a su vez, con jugadores que en los últimos tiempos no se venían desempeñando como titulares.
“A muchos ya los conozco y se que son chicos buenísimos. Ellos mismos me comentaron que formaron un gran grupo humano y eso es muy bueno. Pienso que los chicos que se unen ahora también son de muy buena calidad de persona y, en general, nos encontramos con un gran grupo”, atestiguó el DT.
Pensando en lo que pueden llegar a ser nuevos refuerzos (la quimera es contar con el defensor de Atlético Empalme Facundo Fabbi), Scheggia comentó que van a evaluar el rendimiento del plantel en las próximas semanas porque su intención no es sumar porque sí, ya que confía en los jugadores que tiene y siente que puede llegar a estar abastecido en todas las líneas.
“Nosotros no descartamos que se pueda dar un pase en el último tiempo para reforzar algún sector de la cancha que nos esté haciendo falta”, definió el entrenador.
En otro orden de cosas, si bien es prematuro hablar de objetivos por el escaso tiempo que llevan de trabajo al mando del Albirrojo, Scheggia Quadrini y Narazzo coincidieron al momento de decir que “la vara de Riberas del Paraná es muy alta”.
“Si bien es algo muy lindo y uno se emociona, cuando agarramos este desafío sabíamos que la gente de Riberas es un jurado muy exigente y ellos quieren ser siempre protagonistas porque el club así lo exige. Seguramente vamos a apuntar repetir lo realizado en el último torneo y, por qué no, aspirar a más”, contó el ex entrenador de San Lorenzo.

La vuelta más esperada
Después de un extenso período alejado del club de sus amores, Damián Scheggia se mostró muy contento de estar ligado nuevamente a la institución y contó sus sensaciones: “Hay un gran grupo de trabajo en la sub – comisión de fútbol. Si bien las condiciones no son las óptimas, hay que trabajar mucho y todos tienen muchas ganas. Los chicos de la sub – comisión se van a desempeñar de la mejor manera para brindarnos todo lo que nos haga falta para trabajar dentro de la cancha y eso nos deja muy tranquilos. Acá va todo de la mano, lo dirigencial y lo futbolístico tienen que ir juntos y contamos con la mejor predisposición de ellos para que las cosas salgan bien”.
Al mismo tiempo, el entrenador aseguró que se vio sorprendido al ver el apoyo incondicional de tantos hinchas y comentó que, después de cuatro años lejos de lo que denomina “su casa”, se encontró con un club en donde “la gente se quiere comprometer, quiere apoyar y eso le hace muy bien a la institución”.
Al momento de referirse a las sensaciones que sintió cuando volvió a caminar por los pasillos del club Damián se mostró emocionado: “La verdad que el primer día fue muy importante y especial para mí porque yo me crié acá. Si bien agradezco haber trabajado en los otros clubes, en donde me han atendido muy bien, volver acá es volver a mi casa. Para mí esto es lo mejor, es un sueño cumplido poder estar a cargo de la Primera División de gran nivel y vamos a intentar llevar Riberas al lugar que se merece. Sinceramente es inexplicable decir con palabras lo que sentí al momento de entrar nuevamente al vestuario, como así también la primera charla que tuve con los jugadores”.

Unidos por la sangre, separados por los colores
Más allá de todo tipo de objetivos, rendimientos y aspiraciones, este nuevo torneo que está por comenzar tendrá un condimento especial. Unidos por la misma pasión a la redonda, los hermanos Damián y Norberto Scheggia comandan los destinos de los clubes más importantes de la ciudad. Separados por una eterna rivalidad, el hermano menor describió lo que significa tener a su misma sangre en la vereda de enfrente: “Si bien contra Tato no me fue mal, pienso que hay un mutuo respeto entre los dos porque, más allá de todo, están las dos instituciones. Riberas que es el más grande y Talleres que es una buena institución, una de las más representativas de la ciudad. Somos muy futboleros los dos y, si bien esto no va a afectar la relación familiar, seguramente va a haber un distanciamiento en lo profesional. El año pasado hemos tenido más diálogo, le he pedido algún tipo de consejo, pero este año no creo porque no sería ético”.

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