Una comerciante de Empalme fue estafada por una mujer de Rosario que utiliza una tarjeta de crédito melliza o clonada para realizar las compras que luego el vendedor no puede cobrar, en este caso puntual fueron prendas de vestir por un valor de 11 mil pesos. Luego de radicar la correspondiente denuncia por estafa en la Comisaría 5ª, la víctima publicó por Facebook lo sucedido y además todos los datos de la malviviente, la cual resultó ser una conocida delincuente de Rosario. Advierte a los comercios de la zona para que no sean engañados.
La estafa tuvo lugar el viernes por la noche, minutos después de las 20, en la tienda “Gnomeo”, ubicado en Belgrano al 100 de Empalme. Su titular, Georgina A., contó en Facebook que entró al local “una estafadora y mechera muy conocida y oriunda de Rosario, se llama Jorgelina Lizzi, DNI 31.758.141. Los datos son reales de esta persona, está utilizando una tarjeta de crédito melliza que tiene adulterada la banda magnética, la tarjeta parece media deteriorada y el posnet no la lee o reconoce, ni la banda magnética ni el chip”.
“Ella te dice que hagas la autorización offline -continuó contando Georgina- porque no la lee el posnet, y de esa manera, si uno comete el error como me pasó anoche a mí por no saber, de no hacer el previo llamado a Mastercard, realiza una compra que nunca se cobrará porque no está autorizada, pero el posnet emite un cupón igual a todos y cuando realicé el cierre de lote la compra pasa como cualquier otra” (ver recuadro)
Para darle mayor veracidad al proceso del fraude, la estafadora “muestra su documento real o su carnet de conducir, en donde está su foto, y todo coincide con los datos de la tarjeta, pero los 16 números de tarjeta de crédito que usa, corresponde a otro nombre, a otra persona a la que se la robaron”.
Embarazada
La estafadora fue descripta por la comerciante como “de estatura media-alta, aproximadamente 1,70m, tiene 35 años, pelo largo castaño bien oscuro casi negro, flaquita, y embarazada de unos 4-5 meses”. En su paso por Empalme “tenía puesto un vestido azul con florcitas con predominio del azul, largo hasta la rodilla, suelto como de fibrana, habla mucho, mucho”.
Esta mujer “tiene una hija de 17años (mechera también que suele andar con ella robando de este modo), una hija de 12 años y un hijito de 1 año y medio y otro en camino que me dijo nacía para el mes de julio así que tiene una pancita de unos 4-5 meses. La hija también tiene un nene de 2 años aprox. Suelen andar juntas robando con los chicos”, detalló la comerciante de Empalme de acuerdo a las averiguaciones que realizó en un grupo de comerciantes de Rosario.
En un Ford Ka
Además “se movilizan para robar en un Ford Ka nuevo, patente AB103XM, color bordó con vidrios polarizados, el auto no está a nombre de ella sino de un familiar. Hace años que roban de la misma forma”, señaló Georgina. Una vez que la estafadora se retiró “desconfiando mucho de todo entré en internet y googleé sus datos y ahí enseguida me apareció que es una mechera y la modalidad de estafa que utiliza. Cerré el negocio rápido y di una vuelta para ver si la encontraba o si estaba en otro comercio, pero no la encontré. Ya todos estábamos cerrando a esa hora. Luego hice la denuncia correspondiente”.
Cabe destacar que no solo el personal de la Comisaría 5ª trabaja en este caso sino que también se está ocupando la Agencia de Investigación Criminal.
TARJETA MELLIZA
MODO DE FRAUDE
La comerciante de Empalme se tomó el trabajo de averiguar cómo funciona la “estafa por venta offline” y agregó esta información a su denuncia pública. Para que funcione una venta offlline, “se debe cargar la información de la compra, pero previamente se debe solicitar telefónicamente autorización al emisor de la tarjeta, quien brindará un código de transacción con la consiguiente autorización. Pero el estafador, en ese momento, se aprovecha del desconocimiento del comerciante o empleado, quien no efectúa la validación telefónica, por lo que el Posnet se transforma en una simple impresora y emite un ticket no válido, el cual es de similares características al de una operación hecha online. De este modo, queda un comprobante que no sirve, pero el falso cliente se lleva la mercadería. Esta modalidad ha sido detectada en varias localidades de nuestra provincia, y favorece a los delincuentes dado que los resúmenes y extractos de cuenta tardan aproximadamente 20 días en llegar a los comerciantes, tiempo suficiente para que los estafadores abandonen las localidades donde se han efectuado las operaciones.
