Condenaron al masajista y reikista a 23 años de prisión por abusos sexuales
La detención de Valentín Benítez en un operativo de la PDI marcó el inicio de un proceso judicial que culminó con su condena. La celeridad de la justicia santafesina permitió dar voz a las víctimas.
El viernes, en los Tribunales Provinciales de nuestra ciudad, se dictó una sentencia ejemplar contra Valentín Cayetano Benítez, quien fue condenado a 23 años de prisión efectiva por múltiples delitos de abuso sexual cometidos entre 2012 y 2023. El caso, que involucró a cinco víctimas —dos de ellas menores de edad—, subraya la importancia del trabajo conjunto entre la Policía de Investigaciones (PDI), la Fiscalía Regional 2ª y la Justicia santafesina para proteger a las víctimas y garantizar el castigo del responsable.
El 2 de febrero de este año, la PDI realizó un operativo en el barrio Cardinali que culminó con la detención de Valentín Benítez, un reconocido masajista y reikista de 57 años. El procedimiento respondió a las denuncias iniciales de cuatro mujeres, entre ellas dos menores, quienes relataron haber sido abusadas por el acusado en su consultorio.
A partir de la cobertura del caso por parte de Diario SUR, más víctimas se animaron a denunciar, sumando relatos de abusos que se remontaban a más de una década. Aunque algunos de estos casos estaban prescriptos, sus testimonios fueron fundamentales para demostrar un patrón de conducta del acusado, quien aprovechaba su posición profesional para manipular a mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
Los delitos y la condena
El tribunal de primera instancia pluripersonal, integrado por los jueces Darío Pangrazi, Eugenio Romanini y Griselda Strólogo, encontró a Valentín Cayetano B. culpable de los siguientes delitos: Abuso sexual con acceso carnal: tres hechos contra una víctima mayor de edad en 2023. Abuso sexual simple: múltiples tocamientos a dos menores de edad entre 2022 y 2023. Abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal: en un número indeterminado de ocasiones en concurso real por tratarse de hechos independientes entre sí y en calidad de autor.
La Fiscalía representada por la Fiscal Dra. Analía Saravalli le atribuyó haber abusado sexualmente de una víctima mayor de edad en tres oportunidades. Los hechos ocurrieron en el mes de octubre de 2023. Asimismo, se le atribuyó haber abusado sexualmente de otra víctima, hoy de 17 años de edad, mediante tocamientos, habiendo ocurrido en un número indeterminado de veces entre los años 2022 y 2023.
Además, se le endilgó haber abusado sexualmente de otra víctima menor de edad mediante tocamientos. Hechos ocurridos en un número indeterminado de veces entre los años 2022 y 2023. “En el caso de las 3 víctimas mencionadas anteriormente, los hechos ocurrieron en un consultorio donde el condenado brindaba servicios de terapias alternativas”, detallaron desde la Fiscalía.
“Por otra parte, se le achaca haber abusado sexualmente de otra víctima mayor de edad mediante tocamientos, sin el consentimiento de ésta. Hecho ocurrido en el año 2022. Por último, abusó sexualmente de otra víctima mayor de edad, entre diciembre de 2012 y septiembre de 2015. Los demás datos en relación a como ocurrieron los hechos y las identidades de las víctimas se mantienen en reserva para salvaguardar la integridad de las mismas”, resumieron las fuentes judiciales.
El tribunal dictó una condena de 23 años de prisión efectiva, calificando los delitos como independientes entre sí, lo que agravó la pena.
Justicia que da voz y reparación
La fiscal Analía Saravalli destacó el trabajo en equipo que permitió avanzar con rapidez y eficacia en el juicio. Por su parte, las abogadas querellantes Juliana Tagliatti y Celina Ponti Marcuzzi subrayaron que este proceso representa un acto de justicia reparadora para las víctimas, quienes encontraron el valor de hablar y enfrentarse al acusado gracias al acompañamiento del Centro de Asistencia Judicial (CAJ).
El caso de Valentín Benítez no solo deja una condena ejemplar, sino también un mensaje contundente: la justicia puede actuar con celeridad y firmeza frente a la violencia sexual. En menos de nueve meses, el acusado pasó de su detención a recibir una sentencia firme, dando así esperanza y reparación a las víctimas.