“Me preparé mucho para este momento, pero sigue siendo como un sueño”

“Me preparé mucho para este momento, pero sigue siendo como un sueño”

Agustina Torrigiani llegó la semana pasada campeona de Perú, en caravana hacia su club, Riberas del Paraná. Allí la esperaron sus amigas y compañeras de cancha. La alegría es familiar: “Estamos muy emocionados, no lo podemos creer”, dijo su mamá Marcela.

Tiene 15 años, mide 1.96mts, es central de Riberas y de la Selección Nacional U17 con la que el fin de semana anterior se consagró campeona sudamericana en Perú, y clasificaron al Mundial 2024.

El miércoles regresó a la ciudad esperada por los bomberos para brindarle una caravana por la ciudad, hasta llegar a “su casa” como ella define al club Riberas. Allí la esperaban su familia, amigas, compañeras, entrenadores para vivir otro momento único como el recibimiento lleno de amor de las personas que uno quiere, con las que uno creció. También su escuela, la “Nicasio Oroño” Nº205, la recibió con mucho amor.

“Fue una experiencia inolvidable, cumplir el sueño de representar a Argentina en un nivel tan grande, fuera del país… siempre me preparé para este momento, durante mucho tiempo, desde chica, para aun así tampoco es algo seguro que suceda, así que estoy disfrutándolo mucho, aun parece un sueño”, dijo Agustina en el inicio de la charla con Grupo Del Sur.

Sobre el recibimiento del miércoles, confesó que “no estaba enterada de nada, me sacaron el celular apenas llegué y me encuentro con el camión de bomberos, carteles, la gente, el recorrido hasta llegar al club donde estaba toda mi familia. Esta es mi casa, Riberas, crecí acá y todo fue una sorpresa enorme, no me lo esperaba. Tampoco lo de la escuela, nada de lo que me iba a pasar, acá recibí un diploma. Es muy lindo que te reciban así por hacer cosas que a una le gusta, y de esta manera. en tu ciudad, Me emociona”, aseguró.

La convocatoria

Sobre el inicio de esta historia, Agustina contó que “estaba en Riberas, llamaron a mis padres avisándoles que estaban haciendo una captación de alturas. Por la pandemia hacíamos concentraciones por zoom, hasta la primera concentración en Cenard de Buenos Aires. Era muy chica, tenía 12 años, no había selección de esa edad entonces me tocó entrenar y concentrar con chicas más grandes.”

“Para mí fue complicado -continuó- convivir con las chicas más grandes que yo, porque ya tenían muchos torneos encima, mucha competencia… fueron unos 15 días, era mi primera vez fuera de mi casa haciendo lo que me gustaba, pero difícil, A pesar de todo lo sobrellevé bien y terminó siendo muy lindo. No pude dejar de ir.”

Afortunadamente fue exitoso el proceso de adaptación necesario en estas experiencias: “Me adapté rápido, más que nada en todo lo que fue el tema de la escuela para no atrasarme. Me dieron una mano enorme con cada materia, pero cuando me tuve que ir no lo dudé, porque fue lo que siempre quise, y desde la escuela y el club me apoyaron mucho para poder cumplir con estas obligaciones, y a la vez irme a otras provincias a entrenar y concentrar”, recordó la joven deportista.

El mundial

En 2024 es el Mundial U17, aun no se conoce cuál será el país sede, pero Agustina ya tiene un nuevo objetivo: “Ya clasificamos al mundial entonces crecen las expectativas, el nivel de los rivales es cada vez más fuerte, las estrategias de juego son diferentes, más exigentes, la experiencia en el juego cambia mucho, hay más variantes e información nueva de cada partido, de cada torneo que nos toca. Todo es hermoso y prepararme para el mundial es lo que quiero hacer ahora. Seguir entrenando, y en cada concentración ir mejorando, son una vez al mes y quiero estar en todas para tratar de corregir cada cosa que me van pidiendo, y llegar bien al mundial.”

En cuanto al futuro cercano, también parece que llegan cambios: “Tengo propuestas de Boca, River, pero tal vez cambie a Sonder de Rosario para el año que viene, para sacar más provecho en el nivel competitivo. En los próximos años quiero ir a Boca, todavía soy muy chica para irme pero tengo las puertas abiertas para estar ahí en unos años.”

Y, por último, dijo sonriente: “Sin mi familia no sé que haría, mi hermana, mi papá, y en especial con mi mamá que me lleva y me trae para todos lados. Salir del país mi primera experiencia, pero con el cariño de la familia constante y así todo es más fácil.”

Esfuerzo familiar

Detrás de cada deportista amateur, hay un enorme esfuerzo de toda la familia para que los objetivos y sueños se cumplan.

Es el caso de la familia Torrigiani, de enorme sacrificio para acompañar los objetivos de Agustina, que se transformaron también en los sueños del grupo familiar.

Marcela, su mamá, la acompaña a todos lados y como menor que es, esa contención es clave para su crecimiento: “Estamos muy emocionados, no lo podemos creer. Me acuerdo el día que la llevé al club por primera vez para que haga un deporte, porque era muy alta, podía tener problemas de columnas, y queríamos que se desarrolle bien. Así llegó a Riberas. Se fue dando todo esto con su crecimiento, me llamaron desde Buenos Aires y cuando le dije a la familia, nadie lo creía, hicieron un zoom con nosotros, los padres, y ahí comenzó esta historia”, recordó.

Y agregó: “Somos cuatro integrantes de la familia, siempre unidos, donde va uno va a otro, la he llevado a la Rioja, a Tucumán, todo fue cuestión de ir adaptándonos.”

“Si fuese por ella -añadió- agarra la valija y se va. Pero le propusieron que refuerce más en la zona para poder terminar el colegio, porque irse allá significa irse a vivir con chicas de 20 años, y todavía hay mucha diferencia de edad, así que van a trabajar en conjunto Riberas y Sonder de Rosario, hasta volar a Boca que es dónde ella quiere ir.”

“Gracias a los bomberos, a la escuela por esta hermosa jornada, al club y al conjunto de instituciones que ayudan a que deportistas como ella puedan crecer”, concluyó Marcela.

Redacción Diario EL SUR

%d