Día de los trabajadores metalúrgicos

Esta celebración fue instituida en homenaje al nacimiento de Fray Luis Beltrán, en 1784.
Fray Luis Beltrán, el “vulcano” del Ejército de Los Andes, nació en Mendoza (o en San Juan), fue miembro de la Orden Franciscana y capellán de un regimiento del Ejército Libertador. En 1815 fue nombrado teniente de artillería. Estuvo a cargo del parque y maestranza del ejército que organizaba el general José de San Martín. Participó en el cruce de los Andes y en la batalla de Chacabuco. Tras el contraste de Cancha Rayada, estuvo a cargo de la reconstrucción del parque de artillería perdida. Sus esfuerzos se vieron más tarde coronados con la victoria de Maipú, que dio libertad a Chile.
También llamado “Vulcano de la Patria”, el apellido de su familia, de remoto origen francés, era Bertrand. Su ciudad de origen ha dado lugar a controversias: vivió su infancia en Mendoza, por lo que se lo supuso originario de esa ciudad, pero en su testamento dictado al ingresar a la orden franciscana a los 16 años de edad aseguraría ser “natural de la ciudad de San Juan”. Pasó sus primeros años en el Convento de San Francisco y luego en el de Chile, donde se ordenó sacerdote. Se hallaba en Chile cuando estalló la revolución independentista, a la que apoyó enérgicamente.
Cuando los aprestos para el Ejército de Los Andes, San Martín lo puso al frente de su fábrica de armas. Bajo su dirección se fabricaron todo tipo de armas, municiones, pólvora, herrajes y uniformes. A sus órdenes llegaron a trabajar hasta 700 hombres. En Chile, dio vida en 1811 a lo que en la actualidad son las Fábricas y Maestranzas del Ejército de Chile (FAMAE). En 1816 abandonó los hábitos, y al año siguiente participó en la campaña a Chile.
Diseñó equipos especiales que hicieron posible transportar los cañones a lomo de mulas a través de la cordillera; aparejos de su invención para subir las laderas más escarpadas, y puentes colgantes transportables para hombres y mulas. En la campaña del Ejército Libertador, partió el 19 de enero de 1817, al mando de la Maestranza y del parque que portaba los pertrechos de guerra. Ascendió por la Quebrada del Toro y se dirigió hacia Uspallata, a través de Paramillos de Uspallata, para reunirse con la columna principal del General Juan Gregorio de Las Heras.
Combatió en la batalla de Chacabuco y en la sorpresa de Cancha Rayada. Después de esta batalla logró fabricar en unos días varias decenas de miles de municiones, con las que San Martín logró la victoria en la batalla de Maipú, que fue definitiva. En 1820 continuó el equipamiento del Ejército de los Andes, esta vez para la Campaña del Perú, en sus talleres en Valparaíso. Instaló una nueva maestranza en Lima en 1821. Trasladó sus talleres a Trujillo, debido a la toma del puerto de El Callao por los realistas. A órdenes de Antonio José de Sucre participó de la victoria definitiva de la causa americana, la batalla de Ayacucho. Falleció en Buenos Aires el 8 de diciembre de 1827.