Tomasini, el héroe en la definición

Tomasini, el héroe en la definición
El arquero atajo dos de los cuatro penales que le patearon.

Es de conocimiento popular en el mundo del fútbol que el puesto de arquero es el más ingrato de todos. Desde su llegada, Germán Tomasini se afianzó con gran confianza en el arco tallarín, teniendo dos sólidas temporadas y convirtiéndo­se en uno de los pilares del equipo. Sin embargo, en el encuentro de ida de la primera final del año, la temida frase pa­recía haberse hecho realidad: en un des­concierto entre él y la defensa, Unión pudo sacar una ventaja con la que cerró los primeros 90 minutos. De esa manera, el Panza llegó a la República cerca de la consagración. A pesar de todo, el fútbol le da revancha a los que la buscan. Siete días después, el destino quiso que la de­finición culmine en una tanda de pena­les inolvidable, donde el “1” se lució ta­pando dos y de la mano de la buena efec­tividad de sus compañeros consiguió el título tan soñado con el club, que que­dará guardado para siempre en la reti­na de todos los tallarines. De esta forma obtuvo su quinta consagración personal, pero, sin dudas, la más especial de todas.

“Creo que hasta estos días sigo contento y emocionado. Hasta hace una semana eran otras sensaciones, pero por suerte lo pudimos revertir y lograr el campeo­nato. Sabíamos que podíamos lograrlo pero no iba a ser nada fácil. Por suerte para todo el grupo y para todo Talleres se nos dio”, arrancó la charla Germán, que comentó como habían sido sus sen­saciones y las del grupo después del partido de ida: “Estábamos confianza en que podíamos revertirlo. Sabíamos que teníamos los elementos y el grupo esta­ba muy bien de ánimo, ya que en el par­tido de ida habíamos sido superiores. En lo personal me tocó cometer un error, que en lo que es mi puesto se paga caro. La semana me costó por el hecho de que la cabeza te juega bastante en contra, yo soy muy autocrítico y me maquiné va­rios días con eso pero por suerte se re­virtió todo”.

A pesar de generar y tener la pelota, el tiempo corría y el Monstruo no podía abrir el marcador para igualar esa des­ventaja. Desde adentro, el arquero lo veía con más tranquilidad. “Tenía fe que en algún momento íbamos a meter un gol. Unión es un equipo que se para muy bien atrás, tiene muy buenos jugadores con mucha experiencia y sabía que iba a ser mucho más difícil en nuestra cancha que en la de ellos por las dimensiones, ya que iban a trabajar con la ventaja que traían. Tuvimos la suerte que en una jugada de riesgo, como tantas otras que generamos, pudimos abrir el marcador, y la peleamos hasta la expulsión de “Ta­chu” -Heredia-. Ahí nos tuvimos que re­plegar de alguna manera pero así y todo, con un jugador menos, creamos más si­tuaciones de gol que ellos”.

Tomasini muestra el trofeo, un galardón que quedará para siempre en la historia del club.

Penales: “Estaba muy tranquilo”

“Antes del partido dije que iba a ata­jar dos penales”. La confesión, un poco en broma, un poco en serio, había sido del arquero a uno de los integrantes del cuerpo técnico en la previa del en­cuentro. Sin embargo, el partido llegó igualado al final del tiempo extra y en la definición sus palabras se convirtie­ron en una realidad que le dio la gloria a Talleres.

Las palabras del arquero derribarán los argumentos de la teoría que dice que los penales se trata de suerte. “En el mo­mento de los penales estaba muy tran­quilo. Me dio tiempo para pensar un poco las cosas. Ya me había planteado dependiendo de algunos jugadores que podían llegar a patear”.

 

Primer penal: Tognetti, convirtió.

“Por conocerlo sabía que si se frenaba abría el pie. Lo hizo y adiviné el palo pero no llegué”.

 

Segundo penal: Acosta, atajó Tomasini.

“Igual que el anterior. Pero fue una ca­rrera directa entonces por eso me la ju­gué de lleno al otro lado”.

 

Tercer penal: Stéfano, convirtió.

Fue el único que no adivinó. “No pensé mucho, en el momento fue más intui­ción que otra cosa”.

 

Cuarto Penal: Valle, atajó Tomasini.

“Sabiendo que era un jugador del club y que no iba a andar arriesgando, lo espe­ré un poco y cuando vi que no me miró a mí y que agachó la cabeza sabía que iba fuerte al medio o a la derecha del arque­ro”.

 

Un camino fiel a su estilo

Sin dudas, Talleres fue el mejor equi­po de la etapa regular. A pesar de unos partidos de bajón que incluye­ron un par de derrotas contundentes, el Monstruo se sobrepuso ante todo y se quedó con ese primer lugar que lo depositó en la final. “En lo que fue el año fuimos bastante regulares. La clave pasó por que nunca cambiamos la forma de jugar. Siempre planteamos lo mismo, seguimos fiel a un estilo y nos terminó dando frutos. Por ahí tu­vimos problemas que en los partidos que perdimos, que fue con rivales di­rectos nuestros, donde sufrimos mu­chos goles. Son golpes duros, más para uno que lo vive en el puesto del arque­ro. Faltando cinco fechas estábamos cuartos y nos propusimos ganar todos los partidos sabiendo que no era nada fácil, más que nada porque quedaban partidos como Unión, ASAC y Empal­me Central, y se nos dio. En la última fecha coincidió que Central Argentino no le pudo ganar a ASAC y quedamos primeros, pero dicen que a la suerte también hay que ayudarla y nosotros aportamos nuestra parte”, comentó Tomasini.

Otra de las grandes virtudes que tuvo el plantel campeón fue se repuso lue­go de quedar eliminado en la primera ronda del reducido, ya que tuvo que es­perar hasta que termine para enfren­tar a al ganador, que llegaría con rodaje y confianza. Acerca de esta situación, el arquero comentó: “Fue duro ese mes de entrenar y no jugar. La cabeza nos jugaba un poco en contra. Tiene sus pro y sus contras. Por ahí Unión lle­gó con rodaje y con el autoestima bien arriba y a nosotros nos agarró caídos pero bien descansados. Cada uno tenía sus ventajas y desventajas”.

 

“Todos los que logramos este tí­tulo queremos repetirlo”

“Este plantel es un espectáculo. Desde el cuerpo técnico hasta los compañe­ros. Hay un grupo muy lindo, muchos chicos jóvenes que empujaban muchí­simo para adelante y los más grandes que nos acomodábamos a ellos. Siem­pre hubo un buen ambiente a la hora de entrenar, un grupo muy responsa­ble, nunca se dejó de trabajar. Eso es en gran parte gracias a los profes, y de parte de la dirigencia también, tienen muy buena predisposición. Además el club es comodísimo, se puede traba­jar en un muy buen ambiente, la gen­te nunca te reprocha nada, me siento muy cómodo”, destacó Germán.

Para finalizar, cuando fue consultado sobre sus deseos respecto a su futuro, no dejó dudas. “Mi idea es seguir en Ta­lleres. Esperemos que se dé todo para que continuemos todos los chicos que estamos ahora. Hay un cambio en la comisión directiva pero ojalá que eso no sea un agravante ni nada por el es­tilo. Todos los que logramos este título queremos repetirlo. Un desafío en lo personal sería poder repetir lo logrado este año con una mejor campaña”.

 

 

Redacción El Sur

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