Cuatro chicos heridos por la rotura de un tablón

Cuatro chicos cayeron desde más de tres me­tros de altura el domingo pasado en el clásico de Empalme luego de que uno de los tablones se venciera. Dos de ellos fueron trasladados al Sanatorio Rivadavia, lugar en el que Donato A., de 12 años, debió ser intervenido en una operación donde le extirparon el bazo sanguí­neo.

El hecho ocurrió inmediatamente después de que el equipo local marcara el tanto de la igualdad en el empate entre los conjuntos de Empalme. Luego de la reacción ante el gol, el tercer tablón de arriba se venció y los cuatro chicos cayeron desde más de tres metros de altura.

Dos de ellos quedaron en observación y Do­nato A., jugador de la categoría 2004 del club y habitual concurrente a las instalaciones del mismo a pasar los tardes, debió ser operado por el golpe que sufrió en una intervención donde le tuvieron que extirpar el bazo san­guíneo.

Horas después de la operación, Vito, el padre del menor afectado, comentó sobre el hecho: “Yo no fui a ver el partido. Me llamaron por teléfono que Donato había tenido un acciden­te, que se había roto el tablón y se había caído. Cuando llegué al club ya estaba la ambulancia asistiéndolo a él y otros tres amiguitos que se habían golpeado. A simple vista parecía que estaban bien, lloraban por el golpe y por el susto de haber caído desde más de 3 metros y medio”.

Luego del hecho, Donato ingresó al Sanatorio Rivadavia, donde le hicieron todos los estu­dios correspondientes y quedó en observa­ción, más que nada por precaución. El primer día lo pasó bien y al segundo, cuando le esta­ban por dar el alta, sintió una dolencia y los médicos le informaron a la familia que le iban a tener que hacer una microcirugía, donde le terminaron extirpando el bazo sanguíneo.

“Se está recuperando. No sé si tendrá para un par de días o un poco más. Él está bien pero quedó todo entubado, hace un día recién que salió de la terapia intensiva. Parecía que él es­taba bien porque no se encontraba quebrado ni nada, por precaución lo quisieron mirar y la verdad que fue una bendición. Lo atendieron muy bien todos los médicos. Uno está más ali­viado pero la verdad que esto no se lo deseo a nadie”, añadió Vito.

“Él es jugador de la 2004, y le pasó por saltar y gritar un gol de Atlético. Las autoridades ya están al tanto de todo, se comunican siempre del club, y sabrán lo que van a tener que hacer. No solamente Atlético sino todos los clubes, porque donde vamos hay tablones. Que vean si esto se puede evitar, que miren la seguridad porque son chicos”, cerró el papá de Donato.

La palabra del club

Al mismo tiempo, el presidente de Atlé­tico Empalme, Juan Carlos Volentiera, se lamentó por el hecho ocurrido y comenzó a buscar soluciones inmediatas.

“Hacemos revisión todos los años. Inclu­sive, el mismo domingo la hicimos. A ve­ces no se ve, es difícil apreciar a simple vista”, dijo Volentiera. Y añadió: “Una de las medidas que vamos a tomar es poner planchas de hierro abajo, la estamos estu­diando, ya llamamos a una persona enten­dida para que haga el trabajo. Igual vamos a seguir cambiando tablones. Nosotros hay partes que las tenemos clausuradas, donde directamente hemos sacado los ta­blones”.

Por otra parte, el presidente confirmó que “para el año pasado se cambiaron 70 ta­blones y para el anterior otros 70. Están las boletas por si alguien está dudando del tema”. Además, añadió: “Es el tablón de una platea. No es donde está la barra bra­va saltando ni mucho menos, había fami­lias hasta cinco minutos antes yo estaba sentado ahí, en ese lugar”.

Para finalizar, dejó en claro su compro­miso con la situación. “Estamos yendo permanentemente a la casa de los chicos afectados, el vicepresidente está conti­nuamente en contacto con el chico que está en el sanatorio. Nosotros no mira­mos para otro lado, al contrario, estamos exigiendo que se hagan más estudios. Siempre tomamos los mayores recaudos, pero hay cosas que a veces se escapan”, sentenció.

Parte médico

Luego del partido, los dos pequeños fueron trasladados al Centro Médico Rivadavia. “Uno de los chicos fue traído por una ambulancia del SIES, que es el nene que quedó internado, y el otro fue traído por los familiares, se lo atendió en la guardia y fue dado de alta enseguida”, explicó la directora del Centro Médico, Dra. Claudia D’Andrea. Al niño que presentaba el cuadro grave “se le hizo enseguida un ecografía y una tomografía posterior, no se veía roto ningún órgano pero había líquido libre en el abdomen, por lo cual fue evaluado por los cirujanos y se decidió dejarlo internado en observación”.

“El nene ingresó al domingo, alrededor de las 18 –precisó D’Andrea- y el martes a la mañana tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente porque empezó a descender un valor del la­boratorio y al volver a hacer una tomografía se vio que al bazo se estaba rompiendo desde adentro. Se hizo una esplenectomía, se le sacó el bazo, estuvo en terapia para mejor control, no por el estado y el miércoles fue dado de alta y está en una habitación del Sanatorio”.

Asimismo aclaró la Dra. D’Andrea que la ex­tracción de este órgano no le impedirá rea­lizar una vida normal, incluso la madre del niño como consecuencia de un accidente años atrás sufrió una cirugía similar.

Otros hechos

No es la primera vez que un hecho de estas características sucede. Sin ir más lejos, la misma cancha de Atlético Empalme en su sector visitante tuvo situaciones de la misma índole pero que revistieron distintos tipos de gravedad.

Hace menos de un año, en la tribuna visitan­te, ocurrieron distintos hechos donde estu­vieron involucrados los tablones. En las se­mifinales del reducido entre el Verde y Ma­riano Moreno, dos personas cayeron al suelo luego de que se venciera el tablón y sufrieron lesiones leves. De igual manera, en la Copa Amistad del año pasado un tablón también de la tribuna visitante se venció y afortuna­damente no hubo que lamentar heridos.

Uno de los hechos más graves ocurrió hace unos años, cuando la hinchada de Riberas viajó a Empalme y uno de los simpatizantes de la Academia sufrió un hecho similar que le significó una lesión en su cadera.

Por otro lado, se puede apreciar en diversas canchas de la zona que las condiciones debe­rían ser revisadas. Un llamado de atención que todos deben atender. Donato está mejor y sigue recuperando físicamente de su caí­da. Fue una desgracia con suerte, de esas que deben enseñar y comprometer a todos en que los recaudos de infraestructura son lo primordial para la seguridad de los espec­tadores.