Dos ladrones irrumpieron en una casa en la que sólo había niños
Cuatro niños de 11 años de edad estuvieron a merced de dos delincuentes que irrumpieron en la casa en la que se encontraban en momentos en que el único adulto se retiró momentáneamente para comprar el asado que tenían previsto comer esa noche. Aparentemente los ladrones conocían al dueño de casa, un trabajador de la empresa de limpieza ARE (contratista de Acindar) quien recientemente perdió a su madre, por lo que se sospecha que tal vez buscaban no sólo la quincena que percibió el viernes 5, sino también el subsidio por fallecimiento, el cual por otra parte aún no cobró.
Pedro Valdez tiene 47 años y vive con sus hijos gemelos en Bolivia 3635 del barrio 6 de Diciembre (Metalúrgico), es una casa ubicada en la última calle de este vecindario, a su frente se extiende una zona de campos, aunque también hay una vivienda en construcción, la cual supone utilizaron los malvivientes para observar sus movimientos. Alrededor de las 19.30 del sábado regresó con sus hijos y con otros dos chicos de la misma edad, todos ellos jugadores de la categoría 2005 de Atlético Empalme. En principio pensó cenar con ellos milanesas pero los pequeños futbolistas querían asado, así que Pedro tomó su moto y salió a comprar lo necesario para la parrilla.
“Habré estado afuera media hora, cuando volví encontré a todos los vecinos en la puerta de casa y me asusté mucho”, contó Pedro a Diario EL SUR ayer al mediodía, cuando se retiraba de la sede de la PDI junto a sus hijos. “Te entraron en la casa”, le advirtieron. Al ver que los chicos estaban bien se tranquilizó y ellos le contaron, todavía muy asustados, que apenas se fue alguien llamó a la puerta preguntando por “el Tucu”. Pedro es oriundo de Tucumán y algunos lo apodan “Tucu”, por lo que supone que los delincuentes lo conocen o tenían datos muy precisos. Cuando los chicos se acercaron a la puerta dos sujetos, uno morocho y otro rubio, ingresaron a la casa de manera violenta, obligando a los niños a ingresar a una de las habitaciones donde los encerraron.
Desesperados
Suponiendo que los chicos iban a permanecer en el dormitorio sin molestarlos los sujetos se dedicaron en forma violenta a revolver el dormitorio de Pedro destrozando todo aquello que les molestara. “Me rompieron todo, tiraron todo al piso, estaban tan locos que no se dieron cuenta que entre los papeles que tiraron al piso estaba la plata, había unos 7 mil pesos. Por suerte los pude encontrar”, relató. Mientras los ladrones se abocaban como desesperados a su tarea, uno de los hijos de Pedro logró escapar y alertar a los vecinos, por lo que los malvivientes se vieron obligados a huir sin llevarse nada. Salieron de la casa corriendo con dirección al sur. “Los chicos me dijeron que se llevaron algo como una carpeta pero no me doy cuenta que me falte algo”, agregó.
Precocupación
En cuanto a los delincuentes, los hijos de Pedro le aseguraron que estos llegaron en una moto enduro oscura y que en realidad eran tres. “El de la moto los dejó y se fue a esperarlos más adelante”, indicó. Con los datos aportados por los pequeños, la PDI tendría orientada la pesquisa pero eso no le da ninguna tranquilidad. “¿Y si estos tipos vuelven y los quieren raptar?”, pregunta Pedro, quien expresó que ya no puede ir a trabajar tranquilo sabiendo que sus hijos están expuestos al peligro. Y más allá de su caso en particular puso de relieve su alarma por lo que sucede en la ciudad “Es terrible cómo están robando, todo lo que es está pasando”, lamentó.
