Comienza el juicio por el presunto abuso de un hombre a su hijo

Comienza el juicio por el presunto abuso de un hombre a su hijo
El juicio por el controvertido caso comenzará en la mañana del martes en los Tribunales.
El juicio por el controvertido caso comenzará en la mañana del martes en los Tribunales.

El martes, tras el feriado largo, en los Tribunales villenses comenzará uno de los juicios orales y públicos más controvertidos. Se trata de un presunto caso de abuso sexual a un niño de parte de su propio padre. Para el Ministerio Público de la Acusación no hay dudas de la veracidad de la denuncia realizada oportunamente por la madre del menor, en tanto para familiares y amigos del imputado se trata de una falsedad pergeñada por la progenitora. Las audiencias del juicio se desarrollarán martes y miércoles, en tanto el viernes será el momento de los alegatos finales a cargo de la fiscal y el defensor del acusado.

El tribunal que juzgará el caso es pluripersonal y será presidido por el juez correccional de San Lorenzo, Dr. Eduardo Alfredo Filocco, a quien secundarán sus pares de Casilda y Cañada de Gómez, Dres. Carlos Ovidio Paretto y Jesús Alberto José Rizzardi, respectivamente. Si bien la modalidad es la de Juicio Oral y Público, dado que es un delito de instancia privada y la víctima es un niño, algunas de las partes podría solicitar que se realice sin presencia del público, pero eso es algo que se sabrá el mismo día en que se inicie la primera audiencia, el martes a las 10.

La imputación que pesa sobre el acusado, G.G., de 34 años de edad,  es la de “Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo”, delito para el que se prevén penas de 8 a 25 años de prisión. El 5 de noviembre del año pasado se llevó a cabo la audiencia imputativa, que estuvo a cargo de la fiscal Valeria Pedrana, quien solicitó la elevación a juicio de la causa y prisión preventiva para G.G. El juez de Instrucción Penal Preparatoria, Dr. Ignacio Vacca, atendió los argumentos de la parte acusadora y decidió llevar al imputado a juicio oral a la vez que dictó en ese momento 4 meses de prisión preventiva.

La imputación del Ministerio Público de la Acusación realizada por la fiscal Valeria Pedrana se basa en las pericias médicas y psicológicas realizadas a la víctima. Uno de los aportes determinantes, fue la declaración del niño ante la cámara Gesell. Argumentos que fueron cuestionados por el propio acusado y su familia quienes aseguran que se trata de una manipulación de parte de la madre del menor que fraguó la denuncia. Cabe recordar que le hecho que se le imputa a G.G. habría sucedido cuando su hijo contaba entre 4 y 5 años de edad.

 

Carta abierta

En tanto Horacio G., padre del imputado, dio a conocer una carta abierta bajo el título de “La justicia en tiempos de cólera” donde advierte que sobre “los reducidos alcances de la VERDAD y su irrelevante rol en la JUSTICIA hay pruebas sobradas por todos lados, pero en algunos estamentos del estado esto resulta escandaloso por tergiversarse nociones sencillas de lógica y sentido común”.

“Que los populismos son una forma de soborno colectivo no es un secreto, y así lo interpretan algunos de los operadores de este sistema que de esa forma, por ejemplo, hacen que una persona pierda su libertad en forma preventiva SIN VERIFICARSE LAS CONDICIONES LEGALES para que ello ocurra, resultando entonces que, de una acusación ligera y totalmente inverosímil, carente de elementos probatorios suficientes que permitan sospechar al menos sobre la perpetración de un ilícito, termine inexplicablemente con un padre tras las rejas, luego de que éste realizara un periplo de más de cinco años por los tribunales pidiendo y alertando sobre los padecimientos de su hijo”, expresa en uno de sus párrafos.

“Tal vez –continúa Horacio-, algunas de las políticas extremistas desarrolladas en los últimos tiempos, y que han encontrado cauce en las aguas de la justicia provincial y local, han contribuido a implantar un sistema totalmente desigual y arbitrario que fulmina cualquier tipo de esperanza de tener un proceso justo cuando el hecho que se investiga, por sus características, es utilizado como estandarte de guerra y de presión por cierto sector de la sociedad”.

“Es claro que tales políticas, en primera instancia, parecen razonables a la luz de ciertos sucesos, pero lamentablemente terminan siendo desvirtuadas o por el comportamiento interesado de algunos seres inescrupulosos, o por falta de idoneidad de los funcionarios judiciales que solo pretenden ser una noticia fugaz en los medios.  He presenciado audiencias de más de dos horas de duración donde un juez, no pronunció una sola palabra, no tomó una sola línea de apunte, no preguntó ni realizó ningún tipo de intervención, y que al momento de decidir cuestiones técnicas y complejas aludidas por la defensa, solo se limitó a manifestar que coincidía con lo dicho por la fiscalía, sin argumentar el por qué. Así de arbitrario. Así de sencillo. Así de increíble. Así de terrible”, expresa el escrito.

Más adelante señala Horacio G.: “Tengo un hijo y un nieto en graves problemas, ambos presos. El que más me preocupa es mi nieto que con solo siete años, pasó toda su vida en esa condición, pero mi hijo que está bajo arresto domiciliario por tratar de ayudarlo, me da orgullo”.

“Cinco años yendo de oficina en oficina generaron una causa civil abundante, que por si fuera poco, ahora es negada por el juez civil interviniente para ser presentada como prueba en el juicio penal. Allí se encuentran las continuas denuncias y los incumplimientos por parte de la madre, las que fueron tales, que un juez en lo civil estaba a punto de pasar la causa a penal en pocos días. Bien asesorada, “mi nuera“, disparó “la bala de plata de las denuncias”, como se le conocen a las denuncias de abuso en EE.UU. porque son un último pero muy poderoso recurso, y así arrancó un proceso acusatorio impulsado por una fiscal que quiero pensar ingenua, porque fue funcional a todo lo que era necesario para que G.G. terminara como su hijo, preso. Su padre y su madre nos sentimos responsables por el destino de nuestro hijo, porque nosotros también lo impulsamos a ver qué estaba viviendo nuestro nieto.

“Algunas veces vino con marcas y chichones –asegura Horacio C. en su carta-, que según contaba eran consecuencias de peleas entre la madre y la abuela, en otra ocasión contó que a su abuelo materno, le pegaban entre todos. También nosotros fuimos a la secretaria de la niñez, como abuelos, para ver si se podía mandar una asistente social y que puedan estudiar qué pasaba en esa casa, obviamente nunca fue nadie. Gente de su barrio nos decían ‘son los locos Adams’ y nosotros mas espantados e ignorados.

“Debe ser muy triste como niño crecer en un hogar así, que una madre despechada sea capaz de usarte como arma, y peor aún, que funcionarios judiciales no sean capaces de discernirlo y ponerlo a resguardo, prueba de esto es una publicación de la madre en su facebook, el día que G. fue detenido, con una foto exponiendo a su hijo y una leyenda que decía “mi pequeño gran héroe… lo lograste chiquito. Orgullosa de vos, te amo hasta el cielo ida y vuelta”. ¿Es raro y perverso no? No parece la madre apenada de un hijo abusado, parece una mujer despechada que uso a su vástago para vengarse y lo consiguió. Eran épocas de gloria. Nada que ver cuando aparece por tv por estos días como una madre desgarrada que llora sin lágrimas”, destaca Horacio G, en una carta que es más extensa.

 

(N. de R: Por tratarse de un hecho de índole privada y estar involucrado un menor de edad, para preservar a este último no se pueden brindar mayores detalles de las identidades de su padre y su abuelo).

 

Redacción El Sur

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