Fingió un robo en nuestra ciudad para que lo atendieran por un balazo

Un peligroso delincuente se encuentra internado y detenido en el Hospital Samco de nuestra ciudad luego de recibir un disparo en el abdomen en un hecho acontecido en San Nicolás pero que culminó en Villa Constitución. Como este sujeto contaba con tres pedidos de captura de la justicia nicoleña, falseó su identidad para ser asistido aquí y tratar así de evitar ser aprehendido. Pero la historia inventada, junto a su pareja, para justificar la herida causó un revuelo en la Unidad Regional VI dado que, en principio, denunciaron que fueron asaltados en la Plaza de la Constitución, frente mismo a la jefatura policial.
El jueves, alrededor de la 23, la policía recibió un llamado desde el Hospital informando que había ingresado un sujeto herido por un disparo de arma de fuego en la zona abdominal, quien dijo de ser de apellido Méndez. Acto seguido se presentó personal de la Comisaría 1ª y luego de la Policía De Investigación (PDI), que depende del Ministerio Público de la Acusación. Ante ellos la mujer del herido, identificada como Cintia Viñalez, relató que junto a su pareja y otra persona habían concurrido a un bar ubicado en San Martín y Eva Perón y que luego salieron con intención de dirigirse a barrio Unión y que al pasar por la Plaza de la Constitución un delincuente intentó robarle la cartera, cuando su concubino quiso defenderla el asaltante le disparó. Luego de eso lo trasladaron en auto al nosocomio.
Mientras tanto, el herido fue sometido a una intervención quirúrgica para extraerle el proyectil, calibre 22, y luego fue alojado en la Unidad de Terapia Intensiva. A la par se desarrollaba la investigación que se inició en base a los dichos de Viñalez, por un lado se revisaron las imágenes de las cámaras del monitoreo urbano, pero ni las que toman la plaza, ni las que vigilan el sector de San Martín y Eva Perón, mostraban que las víctimas del supuesto asalto se hayan encontrado donde decía la mujer. A su vez, en la mañana del viernes personal de la Policía Científica rastrilló la Plaza de la Constitución en busca de rastros de la agresión sin resultado alguno.
Identificado
Por su parte el jefe de la PDI, subcomisario Eduardo Ramus, no se quedó con el relató de Viñalez y se puso en contacto con sus pares de San Nicolás dado que en varias oportunidades delincuentes nicoleños heridos, falseando su identidad y fraguando intentos de asalto, se hicieron atender en el Hospital villense, e incluso fueron detenidos. Con los datos fisonómicos aportados por Ramus, desde la DDI de San Nicolás le enviaron una foto de un malviviente de amplio prontuario. La imagen era coincidente que la fisonomía del herido y así se comprobó que se trataba de Miguel Angel Cuárez, un paraguayo de 34 años, que tenía, al menos, tres pedidos de captura por robos calificados y quien actualmente integraba una banda delictiva en Capital Federal.
El descubrimiento se mantuvo en absoluta reserva por parte de la PDI y de las fiscales Valeria Pedrana y Analía Saravalli (el viernes era el cambio de turno, Pedrana salía de licencia e ingresaba Saravalli). Suponiendo que Viñalez trataría de mantener la historia del asalto dado que Cuárez debía permanecer varios días hospitalizado, esperaron que la mujer se presentara en la PDI para ampliar su denuncia, tal como estaba pautado desde la noche anterior. Así fue, pasado el mediodía del viernes la mujer se acercó a la oficina de los pesquisas y allí terminó de caer la trama inventada por ella y Cuárez.
La verdad de los hechos
Advertida que si proseguía con su historia se le imputaría de falsa denuncia la mujer relató la verdad de los hechos. Contó que el jueves Cuárez llegó a su casa, situada en al barrio Altoverde, desde Capital Federal, donde reside actualmente, a visitar a su hija y que alrededor de las 18 salió para verse con un narco apodado “Queque”, presumiblemente para adquirir estupefacientes. Cerca de las 22 recibió un llamado del padre de Cuárez, quien se domicilia en cercanías del “Queque”, anoticiándola que “El Paraguayo”, estaba herido y que lo fuera a buscar.
Cuando la mujer arribó a la casa del padre de Cuárez, este ya se había marchado junto a un amigo, precisamente a la casa de esta, por lo que regresó inmediatamente. Allí lo encontró, esperándola en la puerta y con un tiro en el estómago. El paraguayo se negó a que lo trasladara a un centro asistencial nicoleño porque en esa ciudad era buscado por la justicia y así fue como decidieron dirigirse a Villa Constitución e inventar la historia del robo. Al cierre de nuestra edición Cuárez continuaba internado, bajo custodia policial, en espera de su recuperación para su traslado a San Nicolás.