Escruche en una casa de Bº Cilsa

Una vivienda ubicada en calle Belgrano al 2100, en barrio Cilsa, fue objeto del accionar de delincuentes que aprovecharon la ausencia de sus moradoras y le sustrajeron diversos objetos de valor. El escruche fue perpetrado en la tarde del domingo sin que ningún vecino advirtiera lo ocurrido. “Estábamos a un par de casas, en lo de un familiar comiendo un asado, a las 6 de la tarde uno de mis primos se va a retirar; estábamos esperando el remis y veo que salen dos de mi casa, pero yo creí que era alguien que venía a ofrecerse para cortar el pasto o a pedir algo”, explicó Gisel Mur, víctima del robo.
En principio “no le di importancia”, admitió Gisel. “Pero cuando los veo por la esquina llevaban puesta la campera del Profesorado de Matemáticas que uso yo y el bolsito cruzado, entonces dije: -¡Es mi casa!, ¡robaron en mi casa!”, recordó. Acto seguido “salimos corriendo, mis primos los corrieron y se ellos (los ladrones) se perdieron en la Cilsa”. Para Gisel no se trató de un robo al azar dado que los delincuentes ingresaron “por la puerta de entrada, porque hará unos 15 días a mi mamá se le perdió la llave. No le dimos importancia, pensamos que a lo mejor mi mamá la había dejado en otro lado. Pero se ve que estaba la llave puesta y que ellos pasaron la mano y se la llevaron”.
Por ello Gisel estima que los malvivientes los vigilaron y cuando advirtieron que dejaban la casa “entraron con la llave”. Una vez en el interior se hicieron “de una notebook, que es lo que más me importa porque ahí tengo todos los archivos del Profesorado, una cámara digital, dinero que tenía mi mamá en la billetera porque había cobrado la pensión y el aguinaldo. Y después dieron vuelta todo, así que si falta algo más en este momento (por el lunes) aún no lo sé”, precisó la víctima. “Lo peor es que tienen la llave y vieron cómo es adentro, así que ya saben que hay en casa”, se lamentó.
“Para colmo mi mamá casi no puede caminar, casi nunca sale y ese día la llevamos como pudimos (a comer el asado). Justo el día que salimos, vinieron (los ladrones), así que para mí nos estaban vigilando”, estimó la joven. En cuanto a la fisonomía de los maleantes aseguró que “eran jóvenes, no tendrían más de 17 años, flaquitos, con las gorritas con viseras que usan siempre. Pero la cara no se las vi porque cuando me di cuenta que se llevaban mis cosas ya iban por la esquina”. Por otra parte destacó la celeridad con la que arribaron efectivos de Comando Radioeléctrico y señaló que también asistió personal de Policía Científica.