“Los milagros existen”

En 2012 un grupo de alumnos de la Escuela “Prefectura Naval Argentina” de nuestra ciudad, mantuvo un encuentro con Estela de Carlotto, y el diálogo luego sería uno de los dos ganadores de “La Entrevista que siempre soñé”, de la Asociación Mundial de Diarios auspiciada en nuestro país por Diario La Nación y Fundación Acindar.
En esa entrevista, Estela respondió todas las preguntas de los pequeños entrevistadores, y hoy aquellas palabras cobran un valor altísimo. La mítica Abuela de Plaza de Mayo recuperó esta semana a su nieto Guido. Esto decía de la búsqueda de su nieto hace dos años atrás a los alumnos villenses.
Buscar y buscar
“A veces pienso en las personas que dicen: ‘Basta, no busque más’. Y pregunto: ¿cómo pueden pensar que una mamá va a olvidar a un hijo o a su nieto? Nunca. Los va a buscar siempre. No va a dormir hasta que los encuentre. La vida me cambió completamente. Pedí la jubilación. Ya no podía estar en la escuela, tenía que buscar a Laura y a mi nieto. Porque me había enterado que Laura estaba embarazada cuando fue secuestrada y que el bebé había nacido. En esa búsqueda encontré otras señoras como yo, madres y abuelas que buscaban hijos y nietos”, resumió a los alumnos cómo cambió su vida después del secuestro primero de su esposo y posterior de su hija Laura.
-¿Cómo se organizaron las Abuelas para buscar?, fue otra de las preguntas de los chicos. “Nuestro objetivo era encontrar a los chicos secuestrados, los hijos de nuestros hijos. Al principio todas hacíamos todo. Buscar, investigar, ver chiquitos, mirar las caras, buscar en las escuelas. (…)Con el tiempo, necesitamos abogados, psicólogos y creamos el Banco Nacional de Datos Genéticos, que es único en el mundo. Allí, genetistas realizan pruebas científicas para ver si un chico es el nieto que buscamos, comparando los genes con los de la abuela, porque los padres están desaparecidos. Tenemos un archivo biográfico familiar, donde registramos las historias de los padres y madres de cada nieto buscado. Para regalarle a cada chico, el día que lo encontremos, la historia de su papá y su mamá, a quienes no podrá conocer”.
Sin miedo
Estela les contó también que nunca sintió miedo porque “lo peor ya me lo hicieron, mataron a mi hija y se llevaron a mi nieto”.
Casi desiste
La Abuela se sinceró ante la pregunta de los chicos sobre si alguna vez sintió la necesidad de bajar los brazos. Al parecer sí, aunque por suerte nunca lo hizo. “En realidad una vez. No sé qué me pasó ese día. Fui a mi casa y le dije a mi esposo: ‘Me parece que no voy más’. Y él me contestó: ‘No. Tenés que seguir yendo, las Abuelas te necesitan’. Esa fue la única vez. Yo me puedo ir muy cansada, pero sigo. Porque sé que hacemos cosas buenas. No tenemos odio, no tenemos rencor, no queremos venganza, sino verdad, justicia, memoria y recuperar los amores que nos robaron. Dormimos en paz, porque estamos haciendo algo para todos”.
“Quiero más para todas”
Guido es el nieto recuperado número 114, y si bien cada uno de ellos es importante, este 114 fue especial, sin dudas por la lucha de Estela a la largo de tantos años la recuperación caló hondo en el sentimiento argentino. Dos años atrás, Estela contaba a los alumnos: “Mientras tenga vida voy a tener esperanzas. A veces digo: ‘Los milagros existen’. A veces llega una denuncia y aparece un nieto. Pienso que por ahí tocan el timbre y aparece Guido, mi nieto, que tiene ya 33 años. Y si no viene, lo sigo buscando. No estoy sola. Estamos todas las abuelas juntas. Yo no busco pensando en mi nieto. Yo no pienso: ‘¿Y a mí cuándo?’. Yo quiero más para todas”. Esa solidaridad de Estela fue la que la posicionó en el cariño de gente, y esa búsqueda desinteresada esta semana tuvo su recompensa.
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