Graciela Quiroga viajó a Corrientes y allí se perdió su rastro

Las sobrinas de Graciela Quiroga, la docente de Pavón desaparecida a fines de febrero, decidieron romper el silencio y reclamar nuevamente por información que esclarezca el misterio. “Vamos a retomar el tema de los medios porque vemos que es la única manera de tener algún dato de ella o de alguna persona que la haya visto”, explicó Jorgelina Quiroga en diálogo con Grupo Del Sur. Tanto los familiares de la mujer como los medios de comunicación habían aceptado el pedido de la Fiscalía de Villa Constitución de “descomprimir” la presión pública para trabajar con mayor tranquilidad, labor que, además, se efectúa con un cerrado hermetismo.
Quiroga es una docente oriunda de Villa Constitución que se desempeñaba actualmente como directora de la Escuela Nº 6076 “Unidad Nacional” de Pavón. Desapareció en la noche del 23 de febrero al regreso de un viaje a Mar del Plata cuando arribó, alrededor de las 20, a la terminal de ómnibus “Mariano Moreno”, de Rosario, en un micro de la empresa Turismo Lagassa. Tenía previsto descender en Villa Constitución, pero decidió seguir hasta Rosario. Ahora se sabe que allí, esa misma noche, unos 40 minutos después, abordó un ómnibus hacia la ciudad de Corrientes y allí su rastro se diluye. “Prueba de vida no tenemos y es lo último que sabemos”, especificó Jorgelina.
Dos datos hacen pensar que llegó a ese destino: el ómnibus arribó con la misma cantidad de pasajeros y su celular apareció en manos de un hombre de la ciudad de Corrientes con antecedentes por delitos menores, el cual alegó haberlo encontrado en la terminal de esa ciudad. “Aparentemente su celular (que es monitoreado por los pesquisas a través de su IMEI) tiene movimientos con otro chip, pero no tenemos más noticias que eso”, aclaró Jorgelina. Asimismo agregó que “la fiscal (Dra. Valeria Pedrana) nos había pedido reserva pero empezamos a difundirlo de nuevo porque vemos que no se avanza en nada”.
Desconcertante
A partir de la falta de noticias en el último mes y con el patrocinio de la Dra. María Virginia Llaudet Maza, abogada del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), Jorgelina y Nadia decidieron volver a pedir públicamente la ayuda de la comunidad. “La verdad que no podemos entender la situación es muy desconcertante, pero creemos que si estaría por su propia voluntad en algún otro lugar tendría que haber movido la cuenta del banco, no lo hizo, no tiene con qué mantenerse, ella es una mujer muy independiente y es muy raro que haya hecho una cosa así. Únicamente que está por la fuerza con alguien, que esta persona no la deje llamar ni nada”, especularon.