Los metalúrgicos vuelven a la mesa paritaria

Los representantes de los metalúrgicos en la mesa paritaria, pretenden este año un incremento de al menos un 30 por ciento para los trabajadores de su sindicato. Por ese motivo, en las dos reuniones que tuvieron lugar la semana pasada, el Secretario General de Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló (FOTO), reafirmó la posición de la central obrera en cuanto a sus pretensiones de recomposición salarial. A la que sumó un escrito, donde se deja asentado con claridad el reclamo de los trabajadores metalúrgicos, que aspiran a conseguir un incremento de sus ingresos de un 30 por ciento en un pago, o en dos cuotas de 20 por ciento en abril y 10 por ciento en junio, acumulativas.
Sin avances
Ante el nulo avance de las últimas reuniones, hoy se realizará un nuevo encuentro en el Ministerio de Trabajo. Hasta ahora, las posturas están como al comienzo. La oferta de los hombres de negocios fue de un aumento del 24 por ciento en tres cuotas de 8 por ciento, a pagarse en abril, julio y octubre. Y no serían acumulativas. También se ofreció un pago adicional de 1000 pesos como compensación por la inflación. Pero la cúpula metalúrgica se plantó en su pedido inicial: una suba salarial del 30 por ciento y la garantía de un sueldo mínimo de 6500 pesos.
En esta nuevo encuentro, los gremialistas esperan que las seis cámaras del sector (CAMINA, AFAC, ADIMRA, FEDEHOGAR, AFARTE y CAIAMA) lleven una contrapropuesta que mejore en parte lo ofrecido la semana pasada, que fue rechazo de plano por los gremialistas al considerarlo "insuficiente".
Ante esta postura del sector patronal, a través de un comunicado, la UOM le pidió al sector empresario que “se llame a la reflexión, y considere de manera seria y responsable el pedido realizado a los efectos de resolver la problemática que hoy tenemos los trabajadores”.
Un dilema
Esta coyuntura coloca al líder de los metalúrgicos en una situación incómoda. Por un lado recibe la presión de las bases, que al igual que con otras cuestiones que amenazan sus ingresos (impuesto a las ganancias, por ejemplo), no están dispuestos a convalidar recomposiciones salariales que los dejen por detrás de la pauta inflacionaria. A la vez que, desde otro flanco, Caló sufre el apremio que supone honrar las relaciones de afinidad política. Pues, teniendo en cuenta que son paritarias “testigo” para los demás sectores sindicales, el gobierno nacional empuja desde hace un tiempo para que estas negociaciones confluyan en un 25 por ciento de aumento.
Ante este panorama, según trascendidos, el Secretario General del gremio, y otros cuatro dirigentes, se habrían mostrado dispuestos a convalidar una suba cercana al 27 por ciento. Pero no cederían posiciones en cuanto al pedido del nuevo piso salarial, que abarca al 15 por ciento de los más de 240 mil afiliados. En este sentido, Caló habría insistido en elevar el básico de 5.000 a 6.500 pesos.
Los demás gremios
En caso de confirmarse la nueva propuesta de los metalúrgicos, la Casa Rosada se acercaría más al objetivo trazado de sellar incrementos entorno al 25 por ciento. De hecho, funcionarios presionaron este fin de semana a los sindicatos más cercanos, como la UOCRA, los estatales y Obras Sanitarias, para que también moderen sus reclamos a cambio de garantizarles sumas extras y adicionales que puedan contabilizar una recomposición salarial final cercana al 30 por ciento.
El gremio comandado por Gerardo Martínez y la Cámara de la Construcción, presidida por Gustavo Weiss, analizaron una propuesta en torno a la intensión del Gobierno (en dos tramos) más un plus fijo que llevaría ese porcentaje al 28.