Entrevista a Leandro Garate

POR GERMÁN MARTINEZ
A veces, por los distintos caminos de la vida, uno debe retroceder un escalón para subir dos. Cubierto de humildad y perfil bajo, el joven oriundo de Empalme supo decirle que no a los lujos y los flashes que otorga River Plate para seguir detrás de su sueño.
Leandro Garate, hijo del “Mago” y sobrino del “Laucha”, mamó desde muy pequeño el amor por la redonda y nuevamente llevó el apellido a lo más alto del fútbol nacional.
En lo que fue el emotivo triunfo ante la Lepra, el ex Empalme Central saltó a la cancha y tuvo su bautismo en Primera.
En una charla íntima con Tribuna Sur, Leandro no se guardó nada y contó su historia. El menor de la dinastía Garate detalló su inicio en el fútbol, contó su paso por River y su salida, se refirió a su familia, habló de su presente en Tigre y hasta se animó a describir cómo le gustaría terminar el año.
¿Cómo fueron tus comienzos en el fútbol?
– Desde muy chiquito, cuando más o menos tenía 6 o 7 años, empecé jugando a la pelota en Empalme Central, porque mi hermano más grande ya jugaba ahí y la mayoría de mis amigos los tenía ahí, y jugaba con lo de una categoría más grande.
Un par de años después pase a jugar a Atlético Empalme, en donde estuve unos años y después volví a Empalme Central.
Fue en Central en donde me surgió la posibilidad de probarme en River y tuve la suerte de quedar. Ahora hace cuatro meses que estoy en Tigre.
¿Cómo surgió la posibilidad de pasar a River?
– A fines del 2009 y principios del 2010, yo tenía 16 años y andaba muy bien en Empalme Central. Fue Sergio Berti quien me dijo que estaba la posibilidad de realizar una prueba en River y como yo quería aprovechar mis condiciones acepté y viajé para Buenos Aires. Por suerte me fue bien.
¿Recordás cómo fue la prueba?
– Llegué un domingo, me hospedé en la pensión de River y me quedé hasta el viernes más o menos.
Fueron entrenamientos normales, con la categoría, y hubo días en donde hacíamos fútbol. Ahí me observó gente del club y por suerte me fue bien y quedé.
¿Cómo viviste tu paso por River?
– Estuve 3 años y medio ahí y la verdad que fue una experiencia hermosa. Tuve la posibilidad de crecer mucho, aprendí miles de cosas y mejoré como futbolista y en lo personal. Pude agregarle cosas a mi estilo de juego y, sinceramente, no me arrepiento de nada de todo lo que viví y aprendí en River.
¿Por qué categorías pasaste?
– Jugué en Sexta, después en Quinta y un año y medio en Cuarta, en donde pudimos salir campeones. Además alterné algunos partidos en reserva en donde compartí equipo con Manuel Lanzini, Matías Kranevitter y Éder Álvarez Balanta.
¿Cómo se dio tu desvinculación de River?
– Fue una decisión pura y exclusivamente mía. Tenía dos años más de contrato con River pero sinceramente no me sentía cómodo, no encontraba mi lugar y decidí irme. A través de mi representante y Sergio Berti, mantuvieron un par de charlas con los dirigentes de River y logramos rescindir mi contrato.
Ahí salió la posibilidad de Tigre y la acepté.
¿Por qué tomaste esa decisión?
– Más que nada fue personal. Yo necesitaba un cambio de aire, no me sentía cómodo y no encontraba mi lugar. Había muy buenos jugadores y pensé que me vendría bien buscar nuevos aires para intentar cambiar un poco, nada más. No fue nada complejo y no hubo ningún motivo en especial, fue solamente decisión personal porque quería un cambio de aire.
¿Cómo lo tomó tu familia? No debe ser fácil decirle que no a River.
– La familia siempre te apoya. La decisión fue totalmente mía, más allá de que lo consulté con mi papá y mi mamá, y ellos siempre me dijeron que haga lo que sienta, que le de para adelante con lo que sienta y si yo estaba seguro era muy probable que, tarde o temprano, me iba a ir bien.
Tenés una familia muy futbolera.
– Si, la verdad que desde casa estoy muy bien aconsejado, ya sea por mis padres o por mi tío (Rubén “El Laucha” Garate) que tuvo la suerte de ser profesional. Mi papá (“El Mago”), ya todos saben lo que significó para el fútbol y por todas esas cosas me siento muy bien aconsejado.
¿Te costó adaptarte a Buenos Aires?
– La verdad que si comparamos Buenos Aires no tiene nada que ver con la vida que llevamos en Empalme. Al principio extrañaba un poco, pero con el tiempo entendí que esto era lo que yo elegí y me concienticé que tenía que ser fuerte porque sino se me iba a complicar. Mal o bien traté de sobrellevarlo lo mejor posible y por suerte hoy estoy muy bien.
Hoy vivo solo, antes vivía en la pensión de River, pero desde hace un año que vivo en un departamento solo.
De River te mudaste a Victoria. ¿Con qué club de encontraste?
– Sinceramente me encontré con un club bastante ordenado, que hace bien las cosas y con un buen grupo que se lleva muy bien porque hay muy buena gente. Por suerte me recibieron bastante bien, muy bien diría, y me pude adaptar rápido. Acá me siento bien, estoy tranquilo y estoy feliz que es lo más importante. Ahora hay que darle para adelante y seguir.
¿Y desde lo futbolístico?
– Llegué, entrené dos semanas, y comencé a jugar en Reserva, porque en Cuarta ya no podía jugar porque llegué a mitad de año y no integraba la lista de buena fe de los jugadores.
Desde que estoy acá entreno con el plantel de Primera y bajo a jugar en el equipo de Reserva.
El primer partido fui al banco, pero después jugué todos los partidos de titular.
En el torneo arrancamos bien pero después nos caímos un poco, pero acá se hacen bien las cosas y, a lo mejor no nos acompañan mucho los resultados, la seguimos peleando.
¿Cómo vivís los entrenamientos?
– Yo estoy muy contento acá, trato de aprender y de sacarle todo el jugo posible a todas las cosas que me enseñan día a día y le pongo la mejor cara para trabajar y seguir creciendo.
La verdad que el “Pepe” Sand y Sergio Araujo son muy buena gente, muy buenos compañeros y aprendo mucho de ellos, ya sea mirándolos o escuchándolos. La verdad que en ese sentido estoy muy tranquilo.
¿Cómo viviste tu debut en Primera?
– Después del entretiempo fuimos todos los suplentes a hacer la entrada en calor y, creo que iban 30 minutos del segundo tiempo, cuando me dijo para entrar. La verdad que estaba demasiado tranquilo y, más allá de las expectativas y las ansias que tenía, pienso que no me jugaron tan en contra.
Yo pienso que, cuando entré, no estaba nervioso pero seguro que inconcientemente si lo estaba. Dentro de todo traté de tomarlo tranquilo y lo viví como la oportunidad que venía esperando.
En relación a lo que fue el partido, Newell´s nos estaba atacando bastante y yo entré para correr al doble cinco porque estaba Bernardi y había entrado Cruzado.
Mucho no atacamos pero por suerte se pudo ganar y fue, dentro de todo, un debut bastante lindo porque se ganó.
Te saludaste con Alfredo Berti.
– Antes de que empiece el partido, yo iba para el banco y pasé por el banco de ellos y me saludé con “Fredi”. Soy muy amigo del hijo y lo conozco de mucho antes.
¿Cómo te gustaría finalizar el año?
– La verdad que sería muy bueno ir otro partido al banco de Primera, pero si no se da quiero seguir sumando desde lo grupal para aportar lo mío.
Hago un balance positivo de lo que fue este año y ya estoy pensando en arrancar el año que viene lo mejor posible.
Mi intensión para el próximo año es afianzarme en la Primera de Tigre, seguir creciendo, aprender mucho más, y el día que me toque ingresar otra vez trataré de hacerlo lo mejor posible porque esto es lo que más me gusta, jugar al fútbol.