Monumento al Estibador cumplió una década

El pasado 27 de agosto se cumplieron 10 años de la inauguración del Monumento al Estibador, una obra realizada por el artista plástico villense Níver Moreyra –padre del presidente del Concejo y del actual jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios–, que fue colocada en la Plazoleta “Prefectura Naval Argentina”, ubicada en 14 de Febrero y Colón.
La escultura está dedicada a los primeros estibadores, considerados por el autor como los precursores de la actividad productiva local, a comienzos del siglo XX, y sus nombres quedaron sellados en una plaqueta ubicada en uno de los laterales de la obra: “A los viejos portuarios, F. Moreyra, F. D’Meglio, J. Ponciano, L. Ramírez, A. Mostafá y G. Mateaccio”.
El trabajo consta de una base cuadrada donde se levanta una gruesa columna de más de cuatro metros de altura y en dos de sus lados están dispuestas las figuras de estibadores, una que señala el río Paraná como si estuviera avistando un barco, y la otra carga una bolsa de cereal, representando el trabajo diario.
El corte de cintas para su inauguración, en la fría mañana del 27 de agosto de 2003, se produjo luego de una larga espera, “ya que el Monumento estuvo casi ocho años inconcluso en el Obrador Municipal y no se terminaba”, explicó oportunamente el artista plástico Níver Moreyra, también creador del Monumento de la Cooperación (conocido como “Las Manos”), la imagen de San Pablo en el frente de la escuela homónima y sendos homenaje a los radicales fallecidos y al Tango Club en el Cementerio local, entre otras esculturas.
En la actualidad, el monumento dedicado a la actividad portuaria como forjadora de la identidad del pueblo villense, luce descuidado y recibe el frecuente ataque de vándalos que no reparan en la importancia de su representación ni en el esfuerzo del artista. Pintadas con aerosol, brazos mutilados y un gran agujero en uno de los laterales, forman parte del “legado anónimo”. Una pena.