Emiliano Fernández en el Mundial de Láser disputado en Hungría

La plaza la consiguió en el verano, luego de haber disputado el Selectivo que otorgaba cuatro lugares. Emiliano se quedó con el tercero en masculino.
A este Mundial fueron cinco promesas de la categoría juvenil, cuatro varones más una mujer que también es conocida en nuestra ciudad, la arroyense María Lucila Fagnani quien, como Fernández, tiempo atrás fueron parte del plantel de velas del Náutico Villa Constitución.
El campeonato se desarrolló desde el 6 al 13 de julio en “Laser 4.7 Youth World&European Championships 2013” en Balatonfüred, y fue organizado en forma conjunta por Balatonfüredi Yacht Club más la Asociación Húngara de Vela y la International Laser Class Association (ILCA).
Los resultados fueron muy buenos. En lo deportivo, Emiliano regresó muy contento: “Gané una regata, en otra salí quinto, arranqué mal pero me recuperé en las últimas jornadas cuando le agarré la mano a la cancha que era muy complicada, muy parecida a la de Córdoba pero más difícil en el tema de borneos y además era un lago playo, de 7m de profundidad que frenaba el viaje”, comenzó el relato.
Nos recibió en el club náutico local, de donde se fue en muy buenos términos con su vela al viento, listo para la charla.
Allí también nos contó de las exigencias del campeonato: “Nos encontramos con un nivel muy alto de competencia. En varones éramos muchos, 330 mientras que las mujeres eran 120 también muy buenas en el agua. La verdad que hubo un alto nivel competitivo, muy bueno, con las posiciones que se definieron por poca diferencia en los puntajes. Yo quedé segundo en la flota de bronce y no quedé en la flota de plata por muy pocas unidades de diferencia”, detalló.
También fueron altamente exigentes las condiciones de las regatas: “Primero teníamos un programa de seis regatas pero corrimos cuatro por falta de viento. Un día, por esto, estuvimos 12 horas en el agua y de doce regatas programadas terminamos haciendo siete. Pero estuvo muy bueno.”
Relata su experiencia europea lleno de emociones en cada recuerdo que lo invade, notándose claramente la marca que le dejó Hungría en su formación como navegante.
La riqueza intercultural
El joven villense de 16 años se encontró con navegantes de todo el mundo y esto hizo la experiencia aún más rica, más aprovechable en su plena edad formativa como persona y como deportista.
Sobre este intercambio, Emiliano contó que “primero nos relacionamos con los peruanos, los españoles y ecuatorianos. Después compartimos mucho tiempo con los australianos porque nos ordenaron alfabéticamente para compartir el playón, y nos tocó pasar mucho tiempo con ellos. Creamos mucha camarería, jugábamos al ping-pong, al metegol… con los húngaros, por el idioma, no nos pudimos conectar nunca.”
Si bien Emiliano estuvo acompañado por su padre durante la estadía, no fue fácil estar lejos de los afectos durante veinte días en un lugar tan diferente. Fue esa unión la que ayudó a llevar adelante esas ausencias: “Fue una muy linda convivencia, estar lejos de la familia nos hizo unirnos más porque fue estar diecisiete días en el agua y la cabeza a veces te juega en contra. Peor nos mantuvimos en un ambiente unido”, destacó.
Ante la comunión mundial de culturas, nos intrigó saber qué se decía de nuestro país y qué referencias había. La respuesta nos sorprendió como al mismo Emiliano al vivirla: “Hay muchas referencias de Argentina. Muchos de los chicos con los que charlé habían estado en el mundial de velas que se hizo el año pasado acá, y dicen que es un país hermoso. Comentarios malos no hubo y eso me sorprendió (risas). En nombres también fue una sorpresa porque te hablan de Messi, Maradona, Del Potro, Ginóbili, del polo que me llamó la atención y sobre todo están al tanto de la política de Cristina y los Kirchner”, aseguró.
Y en cuanto al yachting, Fernández, que desde pequeño lo vive desde adentro, afirmó que “está muy bien considerado. Nos falta ajustar ciertas cuestiones pero estamos creciendo y eso se nota en que nos están prestando atención. Además se ve en cada Juego Olímpico, en las últimas ediciones Argentina siempre peleó una medalla.”
El crecimiento
Después de compartir con nosotros la estadía de casi un mes en Hungría, no pudo más que definir esta vivencia como “espectacular. Me ayudó mucho a entender la cancha, la técnica, como están parados los otros países y que nosotros tenemos que ponernos a trabajar mucho. Este no es un deporte popular pero a mí me incentiva a seguir. Ahora viene en septiembre el Sudamericano en Chile, el campeonato argentino y luego, en febrero otra internacional en Mar del Plata y la cabeza está en esos torneos. La verdad que yo quiero seguir creciendo en esto. Este deporte tiene la meta de los Juegos Olímpicos y una sueña”, dijo a modo de confesión.
Es muy apoyado por su familia, quien lo banca viajando carias por semanas al Club Velas de Rosario adónde hoy pertenece peor en referencia al Náutico Villa Constitución, en donde comenzó a despuntar su gran pasión, dijo que “me fui sin problemas, acordado con el presidente y en futuro espero volver.”