Exponen “el Siluetazo” de la escuela “Nicasio Oroño”

Exponen “el Siluetazo” de la escuela “Nicasio Oroño”

En el acto oficial por el Día de la Memoria, alumnos de 3° año A, B, C, D, 4° D y 5° D, dirigidos por docentes de la Modalidad de Arte-Artes Visuales, homenajearon a los desaparecidos de Villa Constitución y nuestro país. El resultado de su trabajo, se expone en la Escuela de Enseñanza Media N° 205 “Nicasio Oroño”, y desde hoy y hasta el miércoles por la mañana en la plaza principal. “Agradecemos a los alumnos participantes y a los docentes Ana Boulán, Claudia Sivilevicius, Mariela Toledo y Fernando Ríos. Esta forma de trabajo está relacionada con lo realizado por las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas quienes fueron pioneras en hacer visible lo invisible y en incluir en nuestro vocabulario conceptos como ‘desaparecidos’, ‘robo de bebés’ y ‘terrorismo de Estado’, entre otras”, expresó la directora de la institución, Laura Varela.
El 21 de septiembre de 1983, en el marco de la Marcha de la Resistencia y por iniciativa de un grupo de artistas, grupos estudiantiles y agrupaciones juveniles, y con el apoyo de los organismos de Derechos Humanos, se realizó "el Siluetazo" en la Plaza de Mayo. Los manifestantes comenzaron a delinear sus siluetas en afiches que luego instalaron en las inmediaciones de la Plaza. Los cuerpos dibujados visibilizaron a aquellos que el terror estatal había desaparecido. Estas figuras humanas, que hoy pueden verse en el perímetro de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, el emblemático centro clandestino de detención hoy recuperado como Espacio para la Memoria, se transformaron en uno de los emblemas del reclamo por la memoria, la verdad y la justicia. El Siluetazo tuvo lugar a partir de un proyecto original de los artistas Rodolfo Aguerreberry, Guillermo Kexel y Julio Flores, para participar con una obra en el Premio Objeto y Experiencias de la Fundación Esso, en 1982. Esta iniciativa se transformó finalmente en una multitudinaria acción colectiva para denunciar la existencia de desaparecidos. La inspiración de la imagen -la silueta de la figura humana- surgió a partir de un afiche del artista polaco Jerzy Spasky publicado en el Correo de la UNESCO varios años antes. En cada impreso había un dibujo de tantas figuras como muertos por día hubo en Auschwitz, con un epígrafe que decía: “Cada día en Auschwitz morían 2.370 personas, justo el número de figuras que aquí se reproducen”. Así decidieron, entonces, representar a los desaparecidos. La acción comenzó en la Plaza de Mayo, en la tarde del 21 de septiembre de 1983, cuando Agrupaciones estudiantiles de los centros universitarios (todavía prohibidas), los propios manifestantes de la marcha convocada por las Madres de Plaza de Mayo, y finalmente transeúntes de Buenos Aires, prestaron su cuerpo para delinear la silueta de cada cuerpo ausente. El historiador Amigo Cerisola señaló: “las siluetas hicieron presente la ausencia de los cuerpos en una puesta escenográfica del terror de Estado”.

Redacción El Sur

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