Jóvenes misioneros y un mensaje de amor fraterno

La misión comenzó hace tres años cuando los jóvenes recibieron la invitación del cura párroco de Godoy, Claudio Castricone, para acercarse a ese pueblo a misionar. “La idea principal es compartir con la gente, conocerla; de alguna manera mostrar una Iglesia que se acerca a la gente, que está presente y en medio de eso anunciar la salvación por medio de Cristo, a través de la alegría, la esperanza, la innovación, el compartir sobre todo”, explicó Andrés Joaquín, coordinador del grupo de misioneros.
En tanto María Belén Sahilices detalló las tareas que realizarán en Godoy partiendo de delimitar los distintos sectores donde van a trabajar “y una vez que nos preparamos nosotros vamos al encuentro del pueblo. Realizamos distintas actividades como, por ejemplo, visitas, vamos casa por casa llevando boletines a las familias, a los jóvenes, a los niños y vamos contándoles qué vamos a realizar”. Durante la misión se instrumentan propuestas para todas las edades. Como todo pueblo chico no deja de ser difícil el ser aceptado “pero no dejamos de ir al encuentro de la gente y algunos vienen, a otros les cuesta un poco más, pero se acercan”.
En ese sentido Sahilices destacó que “los que más se suman, y en gran cantidad, son los niños” y “como no queremos dejarlos de lado y hay lugar para todos trabajamos mucho con ellos”. Por su parte Daiana Bruzoni admitió que la tarea de misionar se hace dificultosa en un mundo materialista e individualista “pero tenemos este espacio en la Parroquia, que es la comunidad misionera, donde nos formamos, tenemos el apoyo de la comunidad, del padre Juan José (Calandra) y sobre todo de Andrés que es el fundador de este grupo, que nos acarrea y poco a poco vamos superando el materialismo y con lo espiritual y la fe vamos avanzando”.
Sumar voluntades
Bruzoni resumió algunos de los problemas más comunes con los que se encuentran al misionar en especial entre los jóvenes ya que “en todos los lugares su realidad es difícil” y remarcó entre ellos “violencia familiar, drogas” y para enfrentarlos “nos apoyamos entre todos los del grupo y tratamos de trasmitirle y mostrarles a los otros jóvenes cómo es nuestra vida y qué es lo que queremos, y que ellos se animen y se unan a nosotros”. La comunidad misionera cuenta con un espacio para chicos de entre 5 y 12 años; uno de adolescentes de entre 15 y 20 años, la de jóvenes de 20 a 30 y un espacio para adultos. Los interesados en sumarse a la comunidad pueden acercarse a la Parroquia Nuestra Señora de Luján o comunicarse vía Facebook en Parroquialujanvc Villa Constitución.