Logo diario sur villa constitución

Rina Bodrero cumplió 103 años y lo celebró con canelones

“RINA” RELATÓ SUS VIVENCIAS DEMOSTRANDO SU GRAN LUCIDEZ Y HACIENDO GALA DE SU INNATA SIMPATÍA.

El 21 de julio cumplió 103 años de vida Catalina Juana Bodrero, más conocida por “Rina”, quien celebró su inusual cumpleaños en la residencia para mayores “Filemon & Baucis” de Empalme donde se encuentra alojada. Con gran ánimo, buen humor y locuacidad, además de una lucidez envidiable, recibió a Grupo Del Sur y El país del Litoral (Canal 5 de Rosario) para compartir parte de su historia, la que incluye ser abuela del futbolista Abel Balbo.

Catalina nació en Arroyo Seco el 21 de julio de 1918 pero se radicó cuando era niña, junto a su familia, en Pavón. Se caso muy joven con Remigio Liverotti y quedó viuda a temprana edad, fue madre de Beatriz, Rubén y Nilda. Tiene 5 nietos, entre ellos Abel Balbo, 12 bisnietos y 3 tataranietos. 

“Estoy muy contenta de estar acá, en la casa de la señora Mirta Ascierto (propietaria de la residencia), que es muy buena, muy cariñosa con todos”, comenzó diciendo Rina. “Yo nací en Arroyo Seco, pero de chiquita mis padres alquilaron un terreno de Grassi, cerquita de acá, después, cuando tenía unos 7 años nos fuimos a vivir a Pavón. A mi querido Pavón”, rememoró con claridad y fluidez.

 

Una vida de trabajo

Al preguntársele qué recordaba de aquellos primeros años, comentó que “de chica trabajaba con mis padres en el campo. Después, cuando fui a Pavón, seguí trabajando porque juntaba papas, teníamos un viñedo, cortaba uvas para la fábrica. Muy contenta de estar en Pavón, contentísima. Ahora, hace algunos años que estoy acá en Empalme, en casa de mi hija, que quiero muchísimo”.

Al respecto expresó: “Hijos tuve tres, pero ahora solo me queda una”. Luego de detallar los nietos y bisnietos que conforman su familia hizo hincapié, con evidente orgullo, en que uno de ellos “es Abel Balbo, el futbolista”. 

En cuanto a su rutina diaria señaló que en la residencia “todos los días hay algo, un día hay arte; otro día gimnasia (actividades que ella realiza con entusiasmo); son todos muy buenos conmigo, especialmente la señora Mirta Ascierto que es una persona excelente, es muy buena con todos y conmigo especialmente”, reiteró.

 

“Como de todo”

Rina no tiene problemas de motricidad, pero por prevención, prefiere movilizarse en una silla de ruedas que ella misma impulsa y en el día de su cumpleaños 103 se aprestaba a disfrutar de canelones con salsa, cuyo aroma inundaba la residencia. “No se si me merezco tanto”, expresó entre risas. Y agregó: “Como de todo, es todo muy bueno lo que hacen las cocineras. Hay dos cocineras y las dos son excelentes mujeres”.

Sea por una cuestión genética, por la buena alimentación o por los misterios de la naturaleza, Rina no solo llegó con salud a los 103 años y con una mente en perfecto estado, sino que además superó sin mayores inconvenientes el Covid en el pasado enero. Al preguntársele cuál es la clave para llegar en estas condiciones a esta altura de la vida, expresó: “Trabajar como siempre”.

 

Una borrachera inolvidable

“Primero trabajé de chica hasta los 15, 16 años; después a loas 22 años me casé, me fui al pueblo de Pavón, tuve los tres hijos. Trabajé mucho desde chica, primero en el campo a juntar papas -perdonen si lo vuelvo a repetir-; cortar uvas”, insistió. Y añadió una anécdota graciosa: “En casa se juntaba la uva y se hacia el vino, y se ve que tomé y me emborraché, era chiquita y me subí a un arado y ¡pum! al suelo. Caminaba y ¡pum! al suelo. Mis padres se alarmaron: ‘¿Qué le pasa a esa mujer?’ Y estaba borracha”.

Al finalizar la charla agradeció la entrevista y envió “un saludo muy grande al pueblo de Pavón. A mi queridísimo Pavón”.

Compartir en redes:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Últimas noticias
Categorias

Subscribite a nuestro newsletter

Recibi un resumen de las noticias mas importantes y la edición digital.