Esta colonia llega desde hace años a través del Ministerio de Educación de la Provincia, articulada por el CEF Nº 26 de nuestra ciudad que preside Marcial Cochero, y coordinada en el Club de la Ribera por el profesor Iván Suárez.
Una año más, los cupos se completaron antes de cerrarse el plazo y son 210 niños y niñas de diferentes barrios villenses que todos los martes, miércoles y viernes tienen la oportunidad de pasar un verano en un club, entre amigos, con juegos, con experiencias inolvidables que los marca como personas en formación.
Es el tercer año de Suárez como coordinador, quien destacó que “muchos de estos chicos no tienen acceso a una pileta sino es participando de esta colonia por lo que desde la coordinación buscamos que los ellos, en lo posible, no hagan deportes porque es algo que tienen todo el año en la escuela en las clases de educación física o en su actividad informal para aquellos que asisten a clubes. Hacemos que se juegue más, estén más liberados, con actividades que los relacione con más vida en la naturaleza, con la cocina rústica, o alguna búsqueda.”
Este criterio lo trasladan al trabajo en el natatorio: “Villa es una ciudad lindera al río, con naturaleza costera así que desde el Ministerio nos piden que se desarrolle una escuela de natación dentro de la colonia con las enseñanzas básicas, para que tengan armas para defenderse en la zona en la que los chicos habitan. Pero también les damos momentos libres por esto de priorizar el juego, la recreación, y que disfruten lo que más puedan la pileta”, añadió.
Independencia y crecimiento
Entre las diferentes actividades que los chicos realizan, muchas de ellas las deben realizar solos por primera vez. Verlos desenvolverse por su propia cuenta en cuestiones diarias de entrecasa, también es parte de un objetivo pedagógico de la colonia.
“Los chicos aprender a ser un poco más independientes porque, por ejemplo, tienen que cambiarse solos al salir de la pileta, enjuagar el vaso o la tasa solos, ir a la pileta solos, subirse solos a un colectivo para hacer el viaje, todo eso también es un crecimiento individual para ellos en un marco de compañerismo y amistad porque acá tenemos grupos de 60 chicos, vienen de todos los barrios y distintas escuelas, así que además aprenden todo esto en un ambiente muy lindo”, comentó Suárez.
Una de las actividades que más les gusta a los colonos es el campamento. Allí se conjugan sensaciones de emoción, de diversión y amistad.
En este sentido, el coordinador indicó que “para este año la fecha es el 29 y 30 de este mes pasándola a la primera semana de febrero si lo tenemos que postergar por lluvias. Esta colonia está destinada para chicos de 6 a 12 años pero el campamento desde 8 a 12, los chicos de 6 y 7 años pasan la jornada del primer día con nosotros hasta las doce de la noche. Es la que ellos más esperan, tienen muchas actividades para hacer durante ese día y se cierra con el fogón. Son momentos muy lindos los que se viven, tenemos chicos que comenzaron la colonia a los 6 años y hoy ya tienen 12, en su último año los hacemos hablar y hasta se emocionan con ese sentimiento como de despedida. En el campamento logran despegarse un poco de la familia y viven experiencias como estas que son inolvidables, por lo que sienten y por lo que aprenden.”
Un mes y medio para ellos
La colonia comenzó el pasado viernes 4 y finaliza el viernes 15 de febrero. Suárez agregó que “cerramos con la fiesta del agua para la que el club nos deja ingresar a los padres y compartir esa jornada en familia. Se realizan demostraciones en el agua con juegos, conseguimos a través del CEF y el Municipio dos inflables de agua con los que los chicos se divierten muchísimo y se termina con un almuerzo con los padres y madres. Para ellos es la actividad más linda después del campamento.”
En cuanto a otras incorporaciones, las 210 nenas y nenas cuentan con lo que se denomina copa de leche enviadas de el ministerio provincial, en esta ocasión conformadas por jugo y alfajores, integrando a su vez talleres de educación vial y nutrición para este temporada como programas municipales. “Los chicos se enganchan mucho sobre todo con nutrición, que es un taller bien didáctico y les transmite hábitos sanos de alimentación”, indicó el profesor.
Suárez también destacó el grupo de profesionales que lo acompañan: “Los profesores siempre eligen esta colonia, todos quieren venir porque el camping es oro para desarrollar un programa de este tipo. Es enorme para hacer distintos trabajos, con muchos espacios y uno pueden desarrollar muy cómodo lo planificado. Nosotros vemos que los chicos esperan ansiosos poder venir a la colonia, que los pase a buscar el cole, ir a la pile y nuestra gratificación como profesores pasa por ver la alegría que viven ellos. En esta colonia, al ser ministerial, todos tienen que ser profesores de educación física y son parte del equipo Edgardo Rosales, Rafael Bassi, Abel Scalerandi, Marcos Boyco, María del Carmen Perezutti, Verónica Marín y Carina Muriel, más Catherine de Rosario y Jorge Aguado como guardavidas”, concluyó.
