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Riberas ganó la primera final con un desenlace de película

Riberas dio vuelta el partido y se quedó con el triunfo por 2 a 1.

La gran final del Clausura tuvo un primer capítulo cargado de emoción. Riberas recibió a Unión en una cancha repleta, con un primer tiempo cerrado y con un complemento lleno de emociones que terminó dejando a la Academia arriba por un gol de cara a la vuelta, que se llevará adelante el próximo fin de semana en Arroyo Seco, donde conoceremos al gran campeón del certamen.

La expectativa era enorme y se reflejó en una verdadera fiesta. Las tribunas locales se fueron colmando con rapidez, mientras que los colectivos que llegaban de Arroyo Seco venían cargados de hinchas. Un marco único en una final muy esperada, donde los dos buscarían cortar la racha maldita: Riberas quiere dar la vuelta tras 15 años, mientras que el Panza lleva 50 sin ser campeón.

Los equipos salieron a la cancha con la base que venía teniendo rodaje hasta esta instancia. Damián Scheggia optó por “Coti” Vangioni para reemplazar a Asplanato, que estaba suspendido, en lo que fue la única modificación obligada que presentó con respecto a la serie ante Porvenir Talleres. En tanto, Román Maestricol mantuvo la base de jugadores que venía jugando y repitió lo que había presentado en Empalme, con un equipo formado por una defensa de cuatro defensores, cinco volantes de buen pie y Altamura como única referencia de área.

Barreto fue el autor del empate y volvió a ser uno de los grandes protagonistas de la tarde.

El encuentro arrancó con Riberas saliendo al ataque y con Barreto convirtiendo un gol a los dos minutos, que fue anulado por posición adelantada. Fue solo un aviso de unos primeros instantes donde el conjunto local se imponía en el medio de la cancha, pero donde se notaban mucho los nervios y la pelota andaba demasiado por el aire.

El trámite empezó a ser cortado, con reiteradas faltas, por lo que la pelota parada comenzó a ser una herramienta muy válida para encontrar la llave que abriera el marcador, y en ese rubro Unión se caracteriza por tener las mejores armas para convertir.

La primera llegada fue con un cabezazo de Mateo que ganó con autoridad en el área rival y se fue cerca, y la segunda y muy clara con un cabezazo de Altamura que se encontró con la pelota a merced luego de un fallo de la defensa local. El impacto salió limpio y se fue muy cerca del palo. Fue una gran posibilidad para Unión a los 30 minutos, momento en el que el Panza empezaba a ganar en el terreno contrario y que el juego se vivía bastante equilibrado.

Natanael Pereyra y otra sólida actuación en defensa.

El primer tiempo se fue con dos chances más y todas de pelota detenida. Un centro frontal de Cruz encontró a Barreto ganando arriba con un cabezazo que quedó en el techo de la red, y con tiempo cumplido, un centro al área ribereña por un tiro libre generado del sector derecho encontró a Castillo sin poder retener el balón luego del pique altísimo que dio la pelota y Mateo quedó con el arco a su disposición pero un poco alta, por lo que el defensor central  impactó con el muslo, la pelota se elevó y se fue apenas por encima del travesaño.

Alexis Patterer le bajó el telón a la primera mitad con el pitazo final. El cero le caía bien al desarrolló de cuarentaicinco minutos que habían dejado muy poco, con Riberas comenzando mejor y con un conjunto visitante que había tenido las más claras a través de la pelota parada.

Como generalmente acostumbra, Riberas salió a adueñarse del segundo tiempo y a mostrar su mejor versión. Reynoso empezó a ser determinante por izquierda, con Lara más participativo y Barreto como protagonista, el encuentro comenzó a jugarse cada vez más cerca del arco del Panza.

La gente de Riberas armó un gran recibimiento para su equipo.

A los dos minutos, Darwin ya había tenido dos chances claras para abrir el marcador. La primera con una habilitación al área que no llega a conectar por centímetros y la segunda con un buen desmarque por derecha, donde supo ganarle la espalda a Mateo e irse solo por aquel sector para sacar un potente remate que se fue rozando el travesaño.

Una buena aparición de Fernández, que otra vez volvió a tener un muy buen encuentro, lo llevó a dejar dos jugadores en el camino y sacar un zurdazo que se fue desviado. Un aviso más para el arco de Unión, que empezaba a sentir la presión de un equipo de Riberas que ya empezaba a hacer méritos suficientes para ponerse en ventaja.

Maestricol mandó a la cancha a la gran carta que había guardado en el banco de suplentes. Juan Cruz Vega, figura de Porvenir Talleres en los títulos de 2016 y 2017, quería darle ese toque de desequilibrio al equipo y para eso se ubicó por el sector izquierdo, lugar por donde se generó el primer gol.

Vega controló de manera magistral un pelotazo largo y le tiró un sombrero a Vangioni, de muy buen encuentro, para llevársela ante la marca de Fabbi que terminó cruzando para enviar la pelota al tiro de esquina. Otra vez la pelota parada aparecía como un arma letal, y en esta ocasión Unión la aprovechó: centro al primer palo que peinaron para desviar la trayectoria y que Renzo Altamura aparezca por el segundo para enviar la pelota al fondo de la red. Y la tribuna explotó en un grito que ponía a Unión con una gran ventaja en el momento menos pensado, donde Riberas era el gran protagonista.

Scheggia empezó a mover las piezas y optó por el ingreso de Brian Gauto en lugar de Eros Ibarra, armando una línea de tres defensores que se exponía a un contragolpe pero que buscaba adelantar líneas para meter al Panza en su arco y poder llegar al empate.

De golpe, el encuentro pasó a tener un ritmo frenético con un ida y vuelta constante que dejaba a Riberas en las puertas de empatarlo y al Panza con la enorme posibilidad de liquidarlo.

Lara y Reynoso, dos grandes emblemas futbolísticos de la Academia, encabezan la salida a la cancha.

El Panza se llevaba una diferencia muy valiosa, pero el destino había guardado otro final de película para Riberas, que no se daba por vencido y que seguía buscando emparejar la historia.

Tuvieron que pasar 41 minutos para que explote la tribuna ribereña, pero la larga espera les dejó una enorme recompensa. Lara tomó el centro de la escena y metió un pase filtrado para Gauto que nuevamente fue determinante y se fue por izquierda para enviar un centro perfecto para Barreto que entraba por adentro y con el pecho marcó el gol tan esperado. Era el 1 a 1, el comienzo de una nueva historia con, por lo menos, diez minutos por jugar.

Patterer anunció el adicional y hubo tiempo para una más. Para que el mago frotara la lámpara. No podía ser otro que Agustín Lara, el emblema ribereño, que a los 48 del complemento tomó un rebote y empalmó una volea espectacular que se fue abriendo para meterse justa contra el palo. Un delirio ribereño total. La Academia otra vez revertía la historia y le regalaba a su gente un final que había soñado durante mucho tiempo, para irse con una valiosa ventaja de la primera final.

Riberas dio un paso importante y llega con ventaja, pero nada está definido. Restan 90 minutos infernales que se jugarán el próximo fin de semana en Arroyo Seco, donde el Panza saldrá a intentar revertir la historia y donde la Academia se juega el todo por el todo para quedarse con el tan ansiado título. Resta el último episodio de un campeonato de película que promete un desenlace inolvidable.

Diario El Sur volvió a estar presente en las finales.

Ficha del partido- Encuentro de ida

Riberas 2 Unión 1

Goles: Darwin Barreto, Agustín Lara (RIB) Renzo Altamura (UNI)
Terna arbitral: Alexis Patterer, Damián Alba y Julián Álvarez.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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