“Queremos ser un canal que acerque formas para proteger el medio ambiente, las condiciones de trabajo de los vecinos y la calidad de vida de la población en general”, agregó la referente de Unidad Ciudadana, Frente Justicialista.
En ese sentido comentó que esta semana junto a su grupo de trabajo, se dirigió al “basural para hablar directamente con los protagonistas porque no hay forma de conocer la realidad si no es a través del contacto directo con ella. Allí trabajan familias de los barrios aledaños principalmente de San Cayetano, de 13 a 60 y pico de años, y reciben 40 toneladas de residuos domiciliarios por día más 10 del chatín. Los trabajadores están en el lugar desde las seis de la mañana y varios de ellos desde la madrugada. Revuelven la basura sin guantes y con su ropa de uso diario, con toda la exposición y peligro que significa este contacto directo con la contaminación para ellos y para sus familias cuando regresan a su casa”, relató.
Reciclan residuos de plástico, cartón, papel, lana, entre otros, y así ayudan a reducir la basura depositada entre 10 a 15 toneladas. “Son actores sociales claves en esta realidad ya que sin ellos el impacto negativo al medio ambiente sería mayor. Monetariamente todo ese trabajo se traslada a juntar para lo justo del día para nuestras familias, como ellos nos contaron”, prosiguió Borgatta quien analizando la situación, concluyó que “su trabajo sería más rápido y efectivo si la basura llegara clasificada desde nuestros hogares. Hay muchas categorías y pasos para poder llegar a cumplir un plan integral (reciclado, traslado y tratamiento, algunos de ellos); pero para comenzar podríamos dividirlos en orgánicos e inorgánicos. Ese es otro paso que debemos dar como sociedad, un gran paso cultural que nos unirá a todos en un mismo objetivo: mejorar las condiciones del medio ambiente y la calidad de vida de la población”.
A su vez, explicó que es necesario mejorar las “condiciones en las que trabajan estos vecinos y proveerlos de las herramientas e indumentarias necesarias para protegerlos de la alta contaminación a la que se exponen. También debemos regular su actividad laboral porque genera fuentes de trabajo que podrían transformarse en cooperativas”.
“Los presupuestos que deben destinarse para comenzar a gestionar políticas de protección ambiental son mínimos, y nuestro proyecto al respecto para presentar en el Concejo está en camino, surgido del asesoramiento con profesionales en materia de medio ambiente y salud pública, pero también del contacto con los vecinos, escuchándolos para canalizar desde nuestro lugar un conjunto de acciones que logren un adecuado y racional manejo de residuos, en pos de un interés colectivo que beneficiará a todos los villenses”, finalizó.