Violenta gresca entre sectores de la seccional local de la UOM
Una gresca de grandes proporciones tuvo lugar frente a la Comisaría 13ª de barrio Domingo Troilo la noche del jueves entre miembros de la actual comisión directiva de la UOM y uno de los miembros de la anterior conducción y algunos de sus familiares. Como resultado varios de los contendientes resultaron lesionados, entre ellos el secretario general del sindicato metalúrgico, Pablo “Piparra” González, por un lado; y por el otro Carlos Ávila, encargado de prensa en la gestión de la Lista Azul. Para serenar los ánimos personal policial se vio obligado a efectuar disparos al aire.
El jefe de la Unidad Regional VI, comisario mayor Marcelo Albornoz, indicó que “según las manifestaciones recepcionadas”, los incidentes comenzaron alrededor de las 19.30 en barrio Santa Mónica. Allí se enfrentaron González, quien se encontraba acompañado por Gustavo “Gato” Pierachini, con Fabricio Ávila, al que acompañaba su esposa. En este punto las partes involucradas están de acuerdo aunque difieren en sus relatos las circunstancias en que se enfrentaron y quienes dieron comienzo a los disturbios.
Lo que no cabe duda para la Policía es que se trata de un enfrentamiento entre “miembros y ex miembros del sindicato de la UOM que por distintas circunstancias o problemas que tienen ellos, cuestiones que se están investigando, se agredieron y amenazaron. Posterior a eso se trasladan a la comisaria 13, de barrio Domingo Troilo a radicar las denuncias, cuando están llegando se cruzan nuevamente”, explicó Albornoz. Para ese momento ambas partes ya habían convocado a gran cantidad de sus seguidores por lo que se encontraban “más de 100 personas”, detalló el jefe policial.
En esas circunstancias “comienzan a insultarse, amenazarse, algunos se agreden entre ellos y llega personal de Comando que para detener esa situación tiene que efectuar dos disparos de escopeta al aire”, destacó Albornoz. A partir de allí el personal policial inició una mediación para calmar los ánimos y evitar nuevas agresiones. “Se logra convencerlos, cada uno hace la denuncia respectiva. A González y a otra persona que estaba con él (Pierachini) se lo traslada al Sanatorio Rivadavia en razón que tenía lesiones en la cara y la otra persona una lesión en un antebrazo”, manifestó el jefe de la UR VI.
Pablo González
Según la versión de González, todo se inició cuando pasadas las 19.30 se trasladaban con Pierachini luego de salir del sindicato. “Íbamos caminando por barrio Santa Mónica y nos cruza Fabricio Ávila con su camioneta, iba con su esposa hablando por teléfono. Y veo que a la cuadra y media él se baja, viene caminando y me dice: -Vamos a hablar. A todo esto una semana antes Carlos Ávila (padre de este joven) pidió hacer una reunión para que se terminen las discusiones y grescas que se venían dando. Entendí que era por eso, pero me pegó una piña de callado y me cortó arriba de la ceja, que me pusieron dos puntos”, aseguró González.
González admitió que allí se trenzó a golpes de puño con Fabricio Ávila pero le pidió a Pierachini que no interviniera. “Y a los 5 minutos veo que se bajan de un auto dos personas, alcanzo a divisar a Carlos Ávila con una madera bastante ancha y dice: -Agarrémoslo a Pierachini y cuando pasa me pega un palazo. Terminamos la pelea con Fabricio y nos fuimos a la comisaría a hacer la denuncia. Ahí tuvimos otro altercado con Fabricio y se volvió una pelea bastante grande, que no se qué pasó, nos separó la policía”.
Fabricio Ávila
Por su parte Fabricio Ávila comentó que los incidentes datan de las últimas elecciones del sindicato “en el cual yo no tengo nada que ver”. Según su relato el jueves regresaba a su casa por calle Mosconi “y a la altura de Bolívar, en el zigzag de la cortada, me cruzo con Pierachini y Pablo González, que llevaban una moto de tiro. Como es costumbre cada vez que me cruzan, empiezan a increparme, a insultarme, a buscar problemas conmigo. Me agredieron, yo me defendí. En un momento me pega una trompada Pierachini en el lado izquierdo de la cara cuando me estaba empujando con Pablo González, me tira al piso y recibo varias patadas”.
“Lo lamentable del caso –prosiguió Ávila- es que como estaba cerca de casa, acude mi señora por el llamado de un vecino. Cuando ve que estos dos me estaban agrediendo, intenta quitarme a Pierachini de encima y él la toma del brazo, y la arroja al piso por primera vez. Cuando ella intenta de nuevo sacarlo a Pierachini que se me vuelve a abalanzar, la toma del brazo y le mete un empujón en el cuello, y la vuelve a arrojar al piso”. En esas circunstancias “los vecinos salen y les piden por favor que dejen de agredirme, me defiendo yo, defiendo a mi mujer, y en eso llega corriendo mi viejo y Pierachini sale corriendo y quedo en la riña con González”.
En la Comisaría 13ª
Ávila coincidió en señalar que finalizada esta pelea se dirigió a la Comisaria 13ª donde se cruzó nuevamente con González quien le decía a su mujer “a viva voz, delante de la policía que me iba a mandar a matar”. Agregó que dentro de la Comisaría 13ª quedaron en un momento a solas con González quien lo volvió a agredir, “se abalanza y me pega una trompada en el ojo derecho, mi hijo lo empuja. Y lamentablemente, esto es lo más crudo, le mete una trompada en el lado izquierdo a mi hijo de 14 años y ahí me le abalance, desesperado, como cualquier padre que defiende a su hijo”.
Esta versión fue desmentida por González, quien indicó que durante la gresca en la puerta de la Comisaría 13ª “sentía que alguien me pegaba de atrás y aparentemente era el hijo de la pareja de Fabricio. Jamás lo toque, mi esposa me dijo que estaba viendo como me pegaba de atrás y le dijo al policía que lo saque, y eso es lo que hizo por lo que agradezco al oficial de policía”. Añadió que “esto es parte de una persecución política que vienen haciendo hace rato estas personas y además en medio de la pelea con Fabricio en barrio Santa Mónica llegó Luciano Ávila con un palo y un arma de fuego y eso lo vio mucha gente”.